Investigación en movimiento

Ciencia e investigación de la UNLa

Vejez activa y nuevas tecnologías

Las tecnologías de la información y comunicación y la participación social de las personas mayores

En virtud del papel que las tecnologías de la información y comunicación (TIC) tienen en la mediación de la participación de las personas mayores, ampliamente evidenciado durante la pandemia, surge la necesidad de profundizar el estudio sobre el uso, acceso y valoración que los mayores tienen de las TIC. Esta línea de trabajo se inscribe en el enfoque del envejecimiento activo, la perspectiva de derechos, los cambios asociados a la aceleración tecnológica y los estudios sobre TIC[1] y envejecimiento.

Para comprender los cambios y transformaciones que vinculan las nuevas tecnologías y el envejecimiento, nos focalizamos en la aceleración tecnológica definida como la relación de los procesos intencionales dirigidos a acelerar el transporte, la comunicación y la producción de datos, procesos todos, que se han incrementado significativamente (Rosa, 2011, 2016).

Ya en los años sesenta asomaba una “nueva sociedad”, caracterizada por el flujo y el uso de las tecnologías de la información y comunicación. Así transitamos una revolución tecnológica que modificó la base material de las sociedades (Castells, 2004). Llegamos a lograr un acceso casi ilimitado a importantes volúmenes de información que transformó la economía y las relaciones sociales como no había ocurrido antes. 

Un rasgo clave que no podemos eludir es el ritmo vertiginoso de cambio que las tecnologías presentan y por ello, cabe preguntarse cómo es esto afrontado por las personas mayores, considerando la ubicuidad de las TIC en nuestra vida cotidiana. Más aún, cuando la pandemia propició la gestión de trámites remotos (e-gobierno); el acceso a la salud a través de la telemedicina (e-salud); la educación electrónica (e-educación); el consumo de bienes y servicios a través de internet (e-comercio), el teletrabajo (e-trabajo) y el uso de banca electrónica (e-banca).

Por otra parte, si consideramos que los niveles de participación de las personas mayores en actividades voluntarias y comunitarias eran bajos, siendo del 15% para 2012 (ENCaViAM-INDEC, 2012) y del 17,4%[1] para 2015 (Amadasi y Tinoboras, 2015)[2] nos preguntamos cómo operó la mediación tecnológica en los espacios en los que participan los mayores. Recordemos que para respetar los cuidados y protocolos muchas actividades, entre ellas los programas de capacitación y talleres para mayores, pasaron a realizarse en la virtualidad o bien se interrumpieron.

Para muchas personas la posibilidad de participar e incluso de comunicarse estuvo determinada por el acceso a internet durante la pandemia. De allí que no podemos soslayar que el acceso a internet debe considerarse un derecho humano y sobradas muestras de ello expuso el contexto de emergencia sanitaria. En América Latina y el Caribe el 66,7% de la población que reside en zonas urbanas posee conexión a internet (CEPAL, 2020). No obstante, el 54% de las personas mayores de 65 años no tiene conectividad. En Argentina, el índice de conectividad en áreas urbanas alcanza el 90%. Si bien siete de cada diez personas de más de 65 años usa celular, sólo cinco de cada diez acceden a internet y dos de cada diez utilizan computadora (INDEC, 2021). En quienes han completado el nivel superior el uso y acceso a los dispositivos es más elevado. A su vez, las personas de 65 y más años son las que tienen más celulares sin acceso a internet.

Cabe subrayar que tanto la participación social como la educación a lo largo de toda la vida (incluida la alfabetización digital) son promovidas por el enfoque del envejecimiento activo en el cual se inscriben muchos de los programas y políticas sociales dirigidas a la población mayor. Incluso, la convención interamericana que protege los derechos de las personas mayores (Ley 27360, Boletín oficial, 2017 Mayo) establece como uno de sus principios generales la participación e integración comunitaria de las personas mayores (artículo 8) y promueve el derecho a la educación a lo largo de toda la vida buscando disminuir la brecha geográfica y generacional respecto al uso y acceso de las Tecnologías de la Información y Comunicación TIC (artículo 20). Desde este enfoque se asume que la inclusión digital forma parte de la inclusión social.

En un trabajo reciente confirmamos que existen brechas importantes tanto en el acceso a recursos como en la frecuencia de uso de TIC. Sobre las políticas públicas nacionales en la materia observamos que no hubo un plan estratégico para la inclusión de las personas mayores a las nuevas tecnologías (Oddone y Pochintesta, 2021).

A partir del trabajo de campo realizado tanto en la zona sur[1] como noroeste[2] del Gran Buenos Aires observamos que, si bien la mediación tecnológica presentó ventajas para el sostenimiento de la participación en pandemia, se identificaron también algunas desventajas para aquellos/as que poseen menor uso y acceso a las TIC. Así se reconocen barreras materiales y de aprendizaje (Pochintesta y Martinez, 2021)[3]. De modo que las TIC representan oportunidades para el desarrollo social pero también riesgos de exclusión para quienes no pueden beneficiarse de ellas (Tellechea, 2018).

El teléfono celular es el dispositivo más utilizado por las personas mayores, junto al servicio de mensajería de la aplicación WhatsApp. En cambio, la computadora presenta menor uso. La comunicación es la función más destacada, seguidas del entretenimiento (juegos, música, películas)[4] las capacitaciones y los trámites en línea. Se observa un uso limitado de la banca digital, en efecto, algunas personas prefieren manejarse sólo con dinero en efectivo. Muchos reconocen que el uso del cajero automático evita largas filas respecto al cobro por ventanilla. Si bien la utilización del homebanking se incrementó en la pandemia su uso aún se considera complejo (Pochintesta y Múseres, 2022).

Las brechas de acceso y uso se encuentran ligadas a los intercambios con las redes de apoyo cercanas (en particular las redes familiares) y, en especial, a las trayectorias educativas y laborales. Es decir, aquellas personas que tuvieron trabajos informales presentan menor uso de TIC siendo mucho mayor el uso en quiénes cuentan con trabajos formales (Pochintesta et al., 2022). Hemos constatado que, en aquellos casos donde se observa un uso pleno de las tecnologías predominan arreglos residenciales multigeneracionales. No obstante, la convivencia con otros no asegura la apropiación per se pero sí favorece la probabilidad de un mayor contacto con las TIC (Rivoir, 2019). Muchas veces la falta de “tiempo” y “paciencia” erosiona la posibilidad de brindar apoyo significativo para la apropiación de las TIC.

La sobrevaloración de la juventud ha reforzado la idea de que las capacidades digitales están determinadas por la edad cronológica. Sin embargo, pudimos constatar que las personas mayores han incorporado durante la pandemia nuevas plataformas y dispositivos, instruyéndose en tiempo récord.

Por un lado, identificamos actitudes que promueven la apropiación de TIC: tener voluntad, interés, compromiso y confianza en sí mismo. Aparece también una valoración positiva en cuanto a guiarse por “ensayo y error”. Los sentimientos más mencionados como obstáculo fueron la vergüenza y el pudor a equivocarse, miedo a no poder volver atrás, bronca e impotencia frente al no control de las TIC. No obstante, hay “enamoramiento”, disfrute y satisfacción cuando se logra el dominio de las herramientas digitales. Se alude también a las dificultades sensoriales (merma en la visión y audición) y cognitivas (velocidad de la memoria de trabajo, olvidos, necesidad de mayor tiempo y acompañamiento). Hay un reconocimiento de que las TIC permiten sortear barreras perceptivas, ya sea visuales, utilizando dispositivos que permiten agrandar imágenes y letras, o auditivas amplificando el volumen o utilizando auriculares.

Por otro lado, identificamos barreras sean estas generacionales (los jóvenes están mejor preparados, son “nativos”, comprenden el lenguaje), materiales (menor acceso a conectividad y a dispositivos) o educativas (falta de oferta en cursos de alfabetización digital) entre otras.

Lejos de tensiones dicotómicas, observamos que en la apropiación intervienen varios factores tanto individuales como socioculturales que determinan la existencia de brechas de acceso y uso de TIC en las personas mayores (Pochintesta et al., 2021).

En suma, tanto el derecho a la participación como a la educación distan aún de un cumplimiento efectivo. Para ello es clave considerar las desigualdades acumuladas a lo largo de la vida, que delinean las brechas e inequidades que se acentúan en la vejez. 

Paula Pochintesta, Doctora en Ciencias Sociales y Lic. en Psicología UBA. Investigadora del Centro del Adulto Mayor Mario Strejilevich UNLa y del CONICET

[1] Las TIC son aquellas tecnologías que permiten la adquisición, almacenamiento, procesamiento, evaluación, transmisión, distribución y difusión de la información. Las mismas son desarrolladas mediante la convergencia de la informática, las telecomunicaciones, la electrónica y la microelectrónica (Sánchez-Torres et al, 2012: 121).

[2] Cabe también subrayar que el nivel de participación se duplica entre aquellas personas que tuvieron mayores oportunidades educativas lo que muestra también un acceso desigual a los derechos a lo largo de la vida.

[3] Según este estudio para la categoría “participación social” se consideró la realización de actividades comunitarias (no religiosas como asociaciones de fomento, cooperadora, entre otras), solidarias, vecinales y como aquellas realizadas en cooperativas de producción y consumo.

[4] Se trató de un abordaje metodológico mixto, que combinó datos de una encuesta virtual N = 98 (noviembre 2020), once entrevistas telefónicas a líneas fijas o a celulares sin utilizar la aplicación WhatsApp (2021) y como tercera fuente   producciones audiovisuales realizadas por las personas mayores que participan en el Voluntariado Social del Centro del Adulto Mayor UNLa (ocho conversatorios y dos entrevistas en vivo).

[5] A partir de una estrategia cualitativa se analizaron, por un lado, datos recolectados a partir de entrevistas semidirigidas realizadas a una muestra intencional de 16 personas mayores residentes en el Partido de San Miguel (Febrero a Julio 2021). Por otro lado, se sistematizaron los discursos de 17 adultos mayores, que participaron de dos grupos focales (Septiembre y Noviembre 2021).

[6] La experiencia analizada se refiere a tres programas que funcionan en el Centro del Adulto/a Mayor de la UNLa: Club de día, Voluntariado Social y Programa UPAMI. Destacamos que los centros de jubilados están poco a poco retomando las actividades presenciales.

[7] Muchas personas incorporaron en la pandemia el uso de plataformas de streaming como Netflix o Spotify

Referencias

Amadasi, E. y Tinoboras, C. (2015). Cultura democrática, confianza institucional, participación social y seguridad ciudadana: una mirada sobre el modo en que las personas mayores piensan, evalúan y practican la democracia en la Argentina actual. Recuperado de https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/8177 [consulta 30/07/2022].

Castells, M. (2004). La era de la información. Economía, sociedad y cultura. Vol. 1 México: Siglo XXI.

Comisión Económica para América Latina y el Caribe. (2020). Universalizar el acceso a las tecnologías digitales para enfrentar los efectos del COVID-19. Informe especial COVID-19. Recuperado de: https://www.cepal.org/es/publicaciones/45938-universalizar-acceso-tecnologias-digitales-enfrentar-efectos-covid-19  [Consulta 9/03/2022]

Encuesta Nacional sobre Calidad de Vida de Adultos Mayores (2012). Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Instituto Nacional  de Estadística y Censos – INDEC, 2014. E-BOOK.

INDEC (2021). Acceso y uso de tecnologías de la información y la comunicación. EPH. Informe técnico/(6)89. INDEC. Recuperado de: https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/mautic_05_22843D61C141.pdf [Consulta 26/05/2022]

Ley Nacional 27360 – Convención Interamericana sobre protección de los derechos humanos de las personas mayores (2017, Mayo 31) Boletín oficial de la República Argentina. Recuperado de: https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/164386/20170531 [Consulta 24/11/2021]

Oddone, M. J. y Pochintesta, P. (2021). Políticas públicas y acceso a las tecnologías de la información y comunicación en personas mayores. Un estudio de caso desde los programas implementados en Argentina. Anthropologica, 39(47), 289-310. http://dx.doi.org/10.18800/anthropologica.202102.011

Pochintesta, P. y Martínez, G. (2021). Interpelando la participación social de las personas mayores desde el conurbano. Un análisis de la relación con el territorio en tiempos de pandemia Ucronías, 4, 33-55  https://doi.org/10.5281/zenodo.5809473

Pochintesta, P. y Múseres, N. (2022). Acerca de los usos, percepciones y valoraciones de las TIC en personas mayores. Un estudio de casos en el noroeste del Gran Buenos Aires, Argentina. Research on Ageing and Social Policy, 10(2), 159-183. https://hipatiapress.com/hpjournals/index.php/rasp/article/view/9652

Pochintesta. P. Múseres, N. Baglione, F. N. Rodolfo, N. y Cuello, F. (2022). Personas mayores y Tecnologías de la Información y Comunicación: desafíos en el uso y acceso en el marco de la pandemia. Ponencia presentada en: III Jornadas Sobre Democracia y Desigualdades Universidad Nacional de José Clemente Paz. Septiembre 2022.

Pochintesta. P. Múseres, N. Rodolfo, N., Gorosito, L. y Baglione, F. (2021). Usos y percepciones sobre las TIC en personas mayores del Partido de San Miguel. Ponencia presentada en Jornadas Internacionales de Trabajo Social en el campo gerontológico. Disputas y apuestas del Trabajo Social Latinoamericano en vejez, género y singularidades. Universidad Nacional de Mar del Plata. Noviembre 2021.

Rivoir, A. (2019) “Tecnologías digitales”. En A. L. Rivoir y M. J. Morales (coords.), Tecnologías digitales. Miradas críticas de la apropiación en América Latina (pp. 51-63). Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. CLACSO. doi:  https://doi.org/10.2307/j.ctvt6rmh6.6

Rosa, H. (2011). Aceleración social: consecuencias éticas y políticas de una sociedad de alta velocidad desincronizada. Persona y Sociedad, 25(1), 9-49.

Rosa, A. (2016). Alienación y aceleración: Hacia una teoría crítica de la temporalidad en la modernidad tardía. Buenos Aires: Katz Editores.

Sánchez-Torres, J. M., González-Zabala, M. P., Maida, P. y Sánchez-Muñoz, M. P. S. (2012). La sociedad de la información: génesis, iniciativas, concepto y su relación con las TIC. Revista UIS Ingenierías,11(1), 113-128.

Tellechea, T. (2018). El gobierno electrónico como derecho y la brecha digital en Argentina. Informe Integrar. Nº 112– OCTUBRE 2018. ISSN 1850-645 Recuperado de: http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/72251/Documento_completo.pdf-PDFA.pdf?sequence=1 [Consulta 18/06/2022]

Paula Pochintesta

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