La palabra “epistemología” no es de uso común. Quienes enseñamos epistemología, alguna vez hemos sufrido el oprobio de recibir, como respuesta a la consigna “investigar el significado del concepto ´Epistemología´”, una definición extraída de Wikipedia de la palabra “epidemiología”. En fin, suenan parecido. Tampoco antes que Les Luthiers, a nadie se le ocurrió unir la palabra “cumbia” a “epistemología”. Afortunadamente ellos lo hicieron en “Cumbia epistemológica”. Por lo que sabemos, tampoco a nadie se le había ocurrido la osadía de juntar “conurbano” con “epistemología”. “Conurbano” atrae las palabras “marginalidad”, “pobreza”, “delincuencia”, “inundación”, antes que “epistemología”. Por eso es que nos sorprendió, a fines de septiembre de este año, recibir el afectuoso y cálido mail de Carla Iantorno, presentándose como docente de la cátedra de Epistemología para la Carrera de Ciencia Política de la Universidad Nacional Guillermo Brown, convocándonos, de manera cordial, a un “Primer encuentro de epistemologías del conurbano”. El mensaje terminaba diciendo:
este es nuestro primer evento académico y tenemos mucho entusiasmo por construir espacios de diálogo y redes interinstitucionales.
Como podemos ver en la web, la Universidad Nacional Guillermo Brown (UNaB) fue creada por la Ley 27.193 del Congreso Nacional en noviembre de 2015 y comienza a funcionar en agosto de 2019. No pudo menos que conmovernos constatar que esta joven Universidad Nacional, de última generación en la familia de las Universidades Nacionales del conurbano, comienza su vida académica haciendo lo que todos los que estamos desde hace más años sabemos que hay que hacer, pero hasta ahora fue de difícil realización, aun cuando propalamos la enseñanza de una “epistemología situada” y señalamos, como referencia, la “epistemología del Sur”. Aquí se trataba de reunir, para dialogar, a quienes enseñamos e investigamos en epistemología, en el conurbano. En el caso de la UNaB y de la UNLa, compartiendo el conurbano sur. Más situado imposible.
La Convocatoria que recibimos decía:
Epistemologías del Conurbano es un encuentro organizado desde la Universidad Nacional Guillermo Brown (UNaB) en el que se convoca a toda la comunidad universitaria del conurbano bonaerense, investigadores, sectores productivos, artistas y gestores culturales y a todos los interesados en general a debatir sobre la producción de conocimiento situada en el territorio. El encuentro se realizará en forma presencial el 16 de noviembre en la Casa de la Cultura de Adrogué, y se invita a quienes quieran participar a inscribirse y enviar resúmenes de ponencias, narrativas y experiencias.
Finalmente, el 16 de noviembre, inauguró el encuentro el secretario Académico de la UNaB, Andrés Gilio, y el Coordinador de la Licenciatura en Ciencia Política, Matías Triguboff. La conferencia inaugural estuvo a cargo del filósofo y politólogo Eduardo Rinesi, docente y ex rector de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS). El tema fue “La universidad pública como derecho de los pueblos”.
Durante la mañana se desarrollaron las mesas
• Vinculación tecnológica en el conurbano
• La cocina de la investigación: instituciones, agendas, experiencias
Durante la tarde
• Hacer ciencia en el conurbano
• Producción artística y gestión cultural
En el cierre, con la presencia del secretario de Extensión de la UNaB, Ignacio Jawtuschenko, la socióloga Carla del Cueto (UNGS) brindó una conferencia bajo el título “Cultura y territorio: experiencias docentes conurbanas”.
En las distintas mesas y conferencias estuvieron representadas, además de la propia Universidad Nacional Guillermo Brown (UNaB), la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), la Universidad Nacional Raúl Scalabrini Ortiz (UNOS), la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ), la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), la Universidad Nacional de las Artes (UNA), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) además de nuestra representación de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa).
En nuestro caso, participamos de la mesa, organizada y coordinada por quien nos convocó a este encuentro, Carla Iantronto, en La cocina de la investigación: instituciones, agendas, experiencias. Integrando estas presentaciones:
Estela Moyano (UNaB) La incidencia de un Programa de Competencias en Discurso Profesional y Académico en el empoderamiento de estudiantes del Conurbano
Cristina Ambrosini y Cecilia Pourrieux (UNLA) La experiencia de la Especialización y Maestría en Metodología de la Investigación Científica en la Universidad Nacional de Lanús (1999 hasta la actualidad): epistemología, metodología y ética, tres ingredientes básicos de nuestra cocina.
Andrea Ariza (UNaB) La experiencia de investigación del proyecto Memoria en Almirante Brown: Indagar la dictadura desde lo local y normativo.
Lucas Hernán Agüero y Nasim Iusef Venturini (UNLA, CIC, MSAL, UNPAZ- UNLP) La Red Argentina de Investigadoras e Investigadores en Salud: el trabajo en red como herramienta de disputa epistemológica.
Ruth Muñoz (UNGS) Del anticonurbano al reconocimiento de las heterogeneidades e innovaciones socioeconómicas y políticas. Aprendizajes a partir de las institucionalizaciones municipales de las economías populares, sociales, solidarias
Respecto a nuestra presentación, luego de aludir a los inicios de nuestros dos posgrados, destacamos en nuestra propuesta de dictado de la materia Epistemología, a la alianza entre la epistemología y la ética en vista a la crítica de la tesis de la neutralidad valorativa de la ciencia, en sus autores emblemáticos. Con respecto al vínculo entre ciencia y ética, caracterizamos a ambas en tanto producto del quehacer como una praxis social, es decir cumplen una ‘Función social’. En el caso del conocimiento en general nos referimos a la dualidad de funciones que posee el conocimiento en general. En tanto valor de uso tiene la función del cumplimiento de una finalidad útil a las necesidades individuales y sociales y en tanto valor de cambio, posee un valor que lo habilita a su intercambio por otros productos o por su equivalente general, es decir, los productos del conocimiento pueden ser intercambiados/vendidos por dinero. Es esta dualidad la que imprime a la casi totalidad de los bienes de nuestra sociedad el carácter de mercancía.
Desde esta perspectiva, la producción científica se encuentra inserta en esta consideración general, y ello resulta crucial para la comprensión de su presente función social. En tanto valores de uso, los resultados de la ciencia actual han permitido un salto inédito en la capacidad del hombre para la transformación del medio que lo circunda, lo cual se expresa, entre otras cuestiones, en el incremento del rendimiento del trabajo o en la prolongación de la esperanza de vida. Pero la ciencia, en la sociedad actual, no es la mera transferencia de conocimiento útil a la sociedad y sus sujetos: es también una mercancía, cuyo intercambio permite a sus poseedores un ingreso monetario superior a los costos incurridos en su desarrollo. Por ejemplo, para un laboratorio privado que investiga en torno a un medicamento, la producción de conocimiento, el valor de uso de los productos de su industria es apenas el prerrequisito de su intercambialidad: lo que importa, en definitiva, es la obtención de un beneficio que redunde en un mayor valor a la hora de su realización mercantil.
Esta contradicción entre ciencia “socialmente útil” y “ciencia lucrativa” quedó ilustrada en la dramática situación vivida como producto de la reciente pandemia, en donde el producto de las investigaciones en torno a una vacuna, se repartió en forma desigual entre la población del planeta en virtud del actual régimen de patentes.
Igual que a la ciencia, suele presentarse al fenómeno moral como un producto humano atemporal, con independencia de las condiciones históricas y las variables sociales y políticas que la atraviesan. Pero “la moral constituye un sistema de regulación de las relaciones entre los individuos y a la vez entre ellos con su grupo social. Es decir que es una forma de conducta humana que está presente desde siempre, allí donde exista un grupo social” (Sánchez Vázquez: 1984)
En el caso de la investigación científica, la ética cumple una clara función social en la medida que debe introducir criterios transparentes durante el desarrollo de las investigaciones. De esta manera, introduce las siguientes pautas éticas en virtud del valor social que comporta la investigación científica:
- Ausencia de Conflicto de interés: […] aquellas condiciones en las cuales el juicio profesional que concierne al interés primario de la integridad científica, tiende a estar influenciado negativamente por un interés secundario, como pudiera ser el interés monetario […] (Salas, S. (2010)
- Selección justa de probandos. Por ejemplo, dentro de la investigación en salud, este criterio apuntaría a la protección de comunidades vulneradas.
- Balance riesgo – beneficio, junto al valor de la pertinencia en investigación.
- Revisión de un comité de ética que garantice la independencia de sus miembros, como una manera de ofrecer una imparcialidad posible en la evaluación
- Consentimiento informado: a través del cual se busca garantizar que los sujetos que participen, especialmente los individuos y grupos vulnerables, se encuentren lo suficientemente protegidos en su integridad personal como para no sufrir abusos y explotación como consecuencia de la investigación científica. El individuo que participa de una investigación debe ser especialmente protegido ya que se encuentra sometido a una doble incertidumbre: la propia de su rol de paciente con las particularidades de su enfermedad, y la que se agrega con los riesgos propios de la investigación. Se debe garantizar la Autonomía, privacidad y confidencialidad, que el destinatario de esta información sea competente. Además, debe quedar claro que el probando puede poner fin a su participación en el momento que así lo disponga.
Respecto a nuestra anfitriona, Carla Iantorno, nos resta decir que su actitud entusiasta, su convicción, renueva nuestras esperanzas acerca de la construcción común de un futuro para nuestras Universidades públicas del conurbano, del país y por extensión de las de nuestra región iberoamericana ya que lo situado, en el territorio, es la condición de posibilidad para proyectarnos en un destino común con el resto de los pueblos. Esperamos que el éxito de este Primer encuentro se continúe en el tiempo y, por qué no, que el próximo sea en la UNLa.
*Cristina Ambrosini es Doctora en Filosofía y Directora de la Maestría y Especialización en Metodología de la Investigación Científica de la UNLa.
**Cecilia Pourrieux es Doctora en Filosofía y Docente investigadora de la UNLa
Referencias
Ambrosini C, Beraldi G., Pensar la ciencia hoy. La epistemología: entre teorías, modelos y valores (2da. ed). Buenos Aires: Educando. 2018
Pourrieux, Cecilia: “Pautas éticas para la investigación” en Perspectivas Metodológicas. 2021. Disponible en: http://revistas.unla.edu.ar/epistemologia/article/view/3625
Pourrieux, Cecilia: “Ética y propiedad industrial. Algunas cuestiones sobre las patentes farmacéuticas” en coautoría con Marcelo Ramal. Artículo publicado en Perspectivas Metodológicas, (2019) ISSN: 1666-3055. Disponible en: http://revistas.unla.edu.ar/epistemologia/article/view/2536/1517
Sanchez Vazquez, A., Ética, Barcelona, Ed Crítica, 1984
Salas, S. (2010). Conflicto de intereses en la investigación biomédica. Revista chilena de obstetricia y ginecología, 75(3), 143-145. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-75262010000300001
https://www.unab.edu.ar/nota-143.html
https://www.unab.edu.ar/PROGRAMA_Primer_Encuentro_Epistemologias_final.pdf