La comunicación del gobierno libertario no es un accesorio de su gestión sino su plataforma de “campaña permanente”. Esta comunicación se ejerce desde un enfoque político discursivo que antepone el conflicto sobre el consenso y la narrativa ante la gestión. En este marco, nos preguntamos ¿Cuál es la estrategia de comunicación política del gobierno libertario en Argentina liderado por J. Milei? Para intentar responder a este interrogante central nos proponemos caracterizar el llamado “Storytelling” construido y desplegado por el gobierno libertario en Argentina en el período 2024 (desde la asunción) hasta la actualidad (2025). Se trata de una herramienta clave dentro de la Comunicación Política[1] en general, pero también de la Comunicación Gubernamental,[2] en particular. Los gobiernos tienen que construir permanentemente narrativas, relatos, encuadres. Es un aspecto central del trabajo de gobierno. Algunos autores han acuñado al nuevo estilo de la comunicación política como una campaña permanente[3] en la que la construcción narrativa busca crear una determinada realidad a la vez que legitimarla (Riorda, Elizalde, Amadeo). El análisis que proponemos en este trabajo reconoce un marco teórico desarrollado por D’ Adamo y García Beaudeaux (2013) en torno a las categorías estructurantes del relato de gobierno[4]. Para ello, pondremos nuestro foco analítico en las siguientes categorías: 1. Conflicto y antagonismo, 2. Valores, 3. Escenificación del liderazgo, 4. Visión, 5. Retórica y lenguaje, 6. Mitos, 7. Símbolos, 8. Líneas argumentales familiares e instaladas en la cultura popular, 9. Activación de los sentidos, 10. Activación de las emociones, y 11. Moralejas. En el trabajo sostenemos una idea rectora que consiste en que, La Libertad Avanza bajo el liderazgo de Milei, utiliza la técnica del Storrytelling de manera deliberada y extrema para configurar y desarrollar una narrativa claramente estructurada y adecuada a un tipo societal corporativo y excluyente. El modelo comunicacional desplegado no es algo novedoso, sino más bien, una continuidad con los modelos comunicacionales de gobiernos anteriores que han sido fuertemente “narrativistas”. Lo que si parece novedoso es la violencia ejercida en el discurso político y es precisamente lo que pone en duda los límites democráticos del mismo y marca un claro retroceso en la comunicación política. El espacio de la comunicación política actual en Argentina refleja un fuerte retroceso en la calidad del debate público en el que no existe resquicio para el desarrollo de una opinión pública democrática.
Aspectos teóricos
La construcción narrativa gubernamental remite a la idea básica de la comunicación política en general, y a la de la gubernamental en particular, que consiste en relacionar al gobierno con sus ciudadanos. Para ello, se presenta a los líderes de modo tal que los gobernados los consideren no solo confiables a lo largo de toda su gestión sino votables para un siguiente período. ¿Cómo lograr esto? Haciendo que esos ciudadanos se tornen permeables a las palabras de sus gobernantes y para ello es necesario seguir algunas reglas básicas de todo tipo de comunicación y que se aplican de manera evidente a la comunicación corporativa y gubernamental. 1. Lo que una institución pública manifiesta, el modo como lo dice, el momento en el que lo hace, indica algo. Esto es extensivo a los dirigentes políticos en cuyas posturas, gestos, ropa y demás formas de lenguaje no verbal también se puede leer una intención, aunque no la tengan. 2. Si no comunicamos, alguien va a comunicar por nosotros. El silencio también comunica: mostramos desinterés por el tema, ignorancia de lo que está ocurriendo o simplemente que no queremos dar entidad a algún asunto. Esto les da oportunidad a otros de opinar por nosotros o de especular acerca de por qué nosotros no opinamos. 3. El mensaje es del receptor, no del emisor. Esto significa que por mucha elaboración de diseño y de discurso complejo que tenga lo que decimos, si no lo hacemos permeable a la audiencia, no es un mensaje eficiente, no cumple su objetivo.
Esto lleva a estudiar el modo en el que se redactan las propuestas de gobierno o en el que se describe una nueva política pública. De esto precisamente se ocupa el “Storytelling”. Se trata de un término inglés cuya traducción podría ser “contar historias”. El “contar cuentos” supone una trama sencilla, un lenguaje ameno, un uso de imágenes y metáforas muy conocidas entre los públicos del emisor para despertar empatía y para lograr que quienes escuchen se identifiquen con el narrador. El Storytelling es una herramienta clave dentro de la Comunicación Política en general pero también de la Comunicación Gubernamental en particular. Cuando se utiliza esta técnica se busca que los ciudadanos se identifiquen con lo que se cuenta[5]. Los gobiernos tienen que construir constantemente narrativas, relatos, encuadres, “frames”. Es un aspecto central del trabajo de gobierno. Hay una necesidad de esta construcción para percibirnos también como partes de una comunidad[6].
En el texto de B. Amadeo (2016) se destaca que las investigaciones que tuvieron lugar en español han presentado algunas confusiones a la hora de tratar los términos storytelling y “relato”, llegando a tratar ambas palabras de manera indistinta. Orlando D’ Adamo y Virginia García Beaudoux[7] (2013) ofrecen una disquisición teórica que aclara este punto. Los autores sostienen que “la construcción de relatos [se hace] mediante la técnica de narración de historias con la finalidad poner en marcha estrategias de comunicación política”.
En otras palabras, el Storytelling es una técnica, un recurso narrativo que ayuda a construir el relato. Este relato es, en sí mismo, una estrategia de comunicación con once categorías estructurantes: 1. Conflicto y antagonismo: presentación de un conflicto entre actores antagónicos, lógica amigo-enemigo, uso de esquemas binarios para elaborar justificaciones. 2. Valores: el relato se funda sobre valores generales que sirven luego para enmarcar temas específicos. Escenificación del liderazgo: señales visuales que orientan al público (colores, lugares, vestimentas, referencias recurrentes, entre otras). 4. Visión: habilidad del líder para definir, conceptualizar y otorgar sentido y dirección a la situación política. 5. Retórica y lenguaje: uso de un lenguaje aspiracional y de una retórica discursiva épica. 6. Mitos: historias ejemplares al servicio de iluminar valores clave. 7. Símbolos: connotan y ornamentan al relato. 8. Líneas argumentales familiares e instaladas en la cultura popular: utilización de tramas y narrativas con fuerte arraigo en la cultura popular que se reciclan a los fines de la comunicación política. 9. Activación de los sentidos: activación simultánea de canales sensoriales (vista y oído). 10. Activación de las emociones: movilización de sentimientos y de identificación afectiva. 11. Moralejas: saber didáctico que se desprende del relato.
La metodología que utilizamos para fundamentar el análisis de las categorías reside en una observación y descripción de fuentes como discursos oficiales, intervenciones mediáticas y en redes sociales, políticas comunicacionales gubernamentales, visualizaciones y apelaciones discursivas de la comunicación de gobierno, acciones de gobierno, investigaciones periodísticas, análisis político comunicacionales y del discurso político, etc. Las fuentes se adaptan para cada categoría de análisis y a través del método descriptivo analítico se intentan identificar patrones comunes capaces de dar soporte a las caracterizaciones buscadas. Así mismo, utilizaremos el método analítico del análisis del discurso político para conceptualizar y ejemplificar el ethos construido.
La estrategia comunicacional libertaria en acción
1.Conflicto y antagonismo: presentación de un conflicto entre actores antagónicos, lógica amigo-enemigo, uso de esquemas binarios para elaborar justificaciones.
Desde los orígenes de la campaña electoral y hasta la actualidad los esquemas de conflictividad y antagonismo del gobierno libertario han sido muy claros. Del otro lado del mundo libertario están los “zurdos de mierda”, la “mentira socialista”, “lo estatal”, el kirchnerismo como principal antagonista. Todos aquellos que se oponen a las ideas de la libertad son enemigos declarados. Milei desata su furia en Twitter y avala el ataque de trolls[8] contra su vice, contra los legisladores de la oposición, contra quien sea y por lo que sea. Desmedida, electoralista, orientada a aplastar el consenso y a gritar con agresividad su idea de grandeza, la comunicación del presidente es brutalista. “Como aquella vanguardia arquitectónica surgida en un clima de posguerra, expone con simpleza extrema una pretensión desmesurada de autoridad política, moral e intelectual para reconstruir la nación”. (Riorda, 2024).[9]
El uso del esquema binario es utilizado y estructura gran parte del discurso político libertario encabezado por Javier Milei, pero también es replicado por otros actores de la política nacional y latinoamericana.[10] El esquema binario tiene una importancia clave en la estructuración del discurso porque no admite terceras posiciones y centra en el antagonismo la “violencia discursiva” (Derrida, 2011)[11]. Según esta lógica existe una violencia en la supremacía de una categoría del discurso por otra en la que la primera presenta una posición de verdad y presencia, mientras que la segunda representa lo ausente, la mentira, lo otro y lo peyorizado. Lo otro es un no discurso, pero como producto del antagonismo no deja de ser constitutivo para la identidad que busca negarlo.
En la narración política, la lógica antagónica pretende fundar un discurso del presente estableciendo una frontera del discurso con el pasado oprobioso y culpable de los males políticos, económicos, sociales y culturales del presente. Algunos autores como Laclau y Mouffe (2001, 2005, 20011, 2020) han caracterizado esta impronta teórica como una sublógica para la construcción de discursos populistas “de derecha”.
La lógica antagónica es la más frecuente en el discurso libertario, al punto tal que, podemos observar que se expresa de la misma forma en los distintos canales y mensajes comunicativos. Mensajes de gobierno, publicidad política, mensajes en redes, etc. Está lógica es soporte del discurso, pero al expresarse de forma hiper manifiesta tensa la lógica hacia la desautorización del oponente político. Algunos autores como (Riorda, 2023) han destacado esta operación (speech act) como una lógica de “incivilidad” en la que la negación de la condición plena a todo aquel que piensa distinto y la privatización de la verdad son las características más sobresalientes. Como parte de su construcción adversarial, el campo libertario ha ido construyendo adversarios y acciones de manera explicita y con ello ha ido delimitando un universo narrativo que enmarca su propia identidad política y cultural[12]. En términos del análisis político del discurso “laclosiano” significantes como la educación pública, el estado, la cultura, el feminismo, la política de inclusión social, los medios, el género, han sido resignificados como producto de una operación de flotación significante para entrar en un terreno de disputa hegemónica con el relato del pasado kirchnerista.[13]
2. Valores: el relato se funda sobre valores generales que sirven luego para enmarcar temas específicos. De esta forma, desde el liderazgo presidencial se repite como un “mantra” que los valores de la libertad consisten en que la libertad sea entendida en su versión de ‘libertad negativa’; que lo esencial es la libertad económica dentro de un régimen de mercado; que las libertades civiles están supeditadas a la vigencia de la libertad económica y que por ello la democracia es deseable pero no imprescindible; que en determinadas situaciones la violencia fascista es necesaria para enfrentar las crisis sistémicas graves.
La libertad individual es innegociable en esta tradición, forma parte del derecho natural de las personas y no puede permitirse la intrusión del Estado en la misma. Uno de los pensadores más influyentes en la formación de valores de Javier Milei ha sido Murray Rothbard, etiquetado como anarcocapitalista. Uno de sus conceptos centrales considera al Estado como una organización delincuencial, como organización criminal, con todos sus ingresos y activos derivados del crimen de los impuestos, el Estado no puede poseer ninguna propiedad justa. Rothbard por su parte considera que la igualdad es un concepto equivocado que conduce a la injusticia, y propone en cambio un individualismo meritocrático in extremis. La primera verdad que debemos descubrir acerca de la acción humana es que solo puede ser llevada a cabo por sujetos actuantes individuales. Solo los individuos tienen fines y pueden actuar para alcanzarlos. No existen fines o acciones de grupos, colectividades o ‘Estados’ diferentes de las acciones de diversos individuos específicos. Las sociedades o grupos no tienen existencia independiente de las acciones de sus miembros individuales”.
Para Rothbard una vez instituido el Estado se configura como “Casta” y opera a partir del monopolio de la fuerza que posee para mantener su dominio, que a la vez compone un sistema de privilegios para sus integrantes. Para Rothbard el Estado organiza así un monopolio de la “depredación”, y los intelectuales a su servicio organizan un modelo de propagandización de los gobernantes incluso a través del miedo que el Estado difunde y que los intelectuales propagan marginando a quienes se oponen un temor consubstancial al imperio depredador Estatal. Se instituye así una alianza entre el Estado y los intelectuales según Rothbard, y los intelectuales a cambio de su adhesión disfrutarán de las prerrogativas que el Estado ofrece a sus sostenedores ideológicos.
3. Escenificación del liderazgo: señales visuales que orientan al público (colores, lugares, vestimentas, referencias recurrentes, entre otras).
La estética utilizada en los escenarios proselitistas de Milei consiste en la producción de una imagen de “rockstar político”, con campera de cuero, desalineado en todo sentido, con movimientos espáticos, gritos guturales con el lema final de “viva la libertad carajo”. La escenificación va mutando según el montaje y escenario. Para las vistas internacionales Milei viste de smocking, para los eventos políticos nacionales, de traje, para los actos políticos como un “rockero punk”[14].
Por otro lado, las referencias a la imagen de un león representan una lógica del superhéroe de la selva social. (Riorda, 2024). La lógica de un ganador que impone su supremacía en la ley de la selva. La apelación a una figura fuerte y de virilidad exagerada denotan un modus de construcción de imágenes para orientar al público. Hay una mitificación temprana y exagerada del liderazgo. Esta mitificación exagerada es una especie de un liderazgo asociado a una virilidad irreal y artificial que, por ejemplo, la memética de superhéroe asociada a Milei es un ejemplo característico de esto, como también lo puede tener, por ejemplo, Nayib Bukele. Hay una idea de mitificación del superhéroe por encima de la santificación, la diferencia es que la santificación es al final de los mandatos con un liderazgo consolidado mientras que aquí hay una mitificación irreal, viril y exagerada de modo temprano.
Algunos autores como Riorda (2024) han identificado el tipo de escenificación de este liderazgo dentro de los llamados liderazgos narcos. Se trata de liderazgos que muestran una supremacía total del líder al cuál la contradicción de sus dichos produce automáticamente la muerte “política”, en este caso activada bajo la presencia de la hermana presidencial: Karina Milei quien “ejecuta echándolos” a quienes forman parte del gobierno y contradicen los lineamientos, dichos o actitudes por parte de Milei o el partido.
Estos liderazgos se presentan bajo una condición; liderazgos avasallantes, liderazgos que se animan a hacer cosas que otros no se animan, a traspasar la lógica de lo esperable y esta lógica de lo esperable incluye, por ejemplo, la indolencia para el castigo a los que piensan distinto, a los que fallan, a los traidores, es decir, hay en este tipo de liderazgo avasallante una dinámica a hacer cosas inesperables de los liderazgos y además una capacidad de sanción más allá de lo habitual, que rompe límites. Han sido liderazgos avasallantes los conquistadores, los liderazgos narco, por ejemplo, el liderazgo avasallante no es el más inteligente, es el liderazgo más audaz, el que hace cosas que otro no haría. Entonces, la primera característica es la mitificación exagerada del líder, la segunda característica la dinámica de liderazgo avasallante. (Riorda, 2023).
Respecto del uso del uso de señales visuales que operan como guía se destacan los logos de la oficialización de la Libertad Avanza y la figura de Milei se asientan en figuras como el pelucón o peluca, el león. La primera como procedimiento metonímico y el segundo como metáfora. El logo del León es analógico y es directamente la figura del león. La patilla también es una metáfora de la figura de Carlos Menem. Milei se auto percibe como un admirador de Carlos Ménem. Hay una desprolijidad en la figura, (despeinado, desalineado, etc) que algunos autores como Panizza (2024) lo han caracterizado como posmoderno con elementos del punk. Con todo, le sirve para afirmar su carácter singular, distinto, outsider respecto de la clase política.
La imagen recurrente de la persona con los pulgares levantados como empresa exitosa, los ojos mirando hacia arriba (gesto provocador), la cabelllera despeinada y hacia adelante (look adolescente). El conjunto es una de las figuras de la “marca” que promueve cómo debe ser imitado o reconocido. También hay imágenes registradas por las fotografías de prensa, videos televisivos o que circulan por las redes en relación con esas ocasiones tienden a mostrar la imagen del experto, del académico, o del CEO de una empresa (el cuaderno bajo el brazo), un profesional de saco y corbata que lleva una carpeta y un estuche de anteojos en la mano porque muestra el tipo de tarea que va a realizar.
4. Visión: habilidad del líder para definir, conceptualizar y otorgar sentido y dirección a la situación política.
Cabe señalar en este punto algunos ejes que han sido parte de una política de comunicación deliberada por parte del gobierno desde sus inicios y que se ha mantenido incólume a lo largo del tiempo. Por un lado, la llamada “batalla cultural”. Una cruzada – que se vincula con la categoría de conflicto y antagonismo pero que en este plano va construyendo sentido político de manera permanente – contra la educación pública, el progresismo, el ambientalismo, el feminismo, los medios de comunicación y la pauta oficial, la cultura. También la virulenta cruzada anti-woke –término utilizado en los últimos años para definir despectivamente al progresismo actual.
En distintos foros internacionales Milei presenta su programa político como el salvador de un Occidente que está al borde del suicidio. Así y como parte de un discurso más amplio y su odio patológico al progresismo lo llevó a buscarlo en el supermercado global de la “alt-right”: negacionismo climático, antiwokismo, teoría conspirativa del gran reemplazo “, reemplazo de los pueblos y la civilización occidental que inspiró a autores de atentados sangrientos–, pánico moral sobre la ideología de género, antifeminismo. Al mismo tiempo, se vinculó a las fuerzas de extrema derecha, sobre todo el bolsonarismo en Brasil y Vox en España. También Milei comparte varias ideas con los pensadores neorreaccionarios vinculados a la high tech, sobre todo el rechazo a la democracia como un modelo subóptimo. Y tiene una relación de fan con Elon Musk o Donald Trump[15].

5. Retórica y lenguaje: uso de un lenguaje aspiracional y de una retórica discursiva épica. La retórica y el lenguaje presentan componentes asociados al tipo de lenguaje mítico. En todo momento se trata de un lenguaje que aspira a una tierra prometida a la que llegaríamos luego de aplicar a nuestro sistema de vida las máximas libertarias. Incluso, esta situación podría implicar, según el relato, una modificación de las conciencias que están atrapadas y corrompidas por las ideas socialistas.
En el aspecto económico el lenguaje es técnico y economicista, pero en el político y social es más bien de sentido común. Se busca la comprensión de cierta retórica que opera con clichés del discurso y con una base de pensamiento natural. Es interesante en este punto destacar la doble apelación del discurso. Por un lado, el discurso científico economicista y por otro lado el pensamiento natural para lo social. La dislocación de ambos discursos muestra la supremacía del pensamiento del primero sobre el segundo.
El tipo de relato construido opera como los llamados grandes relatos que se sitúan en el umbral de la modernidad o de los grandes relatos modernos del siglo XX. Hay un diagnóstico del malestar, un remedio, y la tierra prometida a llegar. Lejos de la retórica posmoderna que se plasma en la lógica anti política y en cierta estética de la posverdad, lo cierto es que el tipo de relato construido tiene pretensiones de fortaleza y garantía discursiva.
En cuanto a los procesos que afectan la discursividad política y que forman parte de los soportes discursivos de Milei y su construcción discursiva, pueden citarse siguiendo a Arnoux (2024) la espectacularización de la política, la personalización y vedetización (con la acentuación de la mediación a través de periodistas), la mediatización de la política (Milei participa desde el 2016 de programas televisivos en donde sus intervenciones se viralizan en redes sociales, el broadcasting televisivo está cada vez más moldeado por las redes sociales y plataformas digitales (Scolari, 2024), siguiendo a Verón (2001) y Hjarvard, (2018) la mediatización implica una estructuración de la cultura con los medios y un proceso de superposición y adaptación recíproca entre los medios y las lógicas de las instituciones, la mercantilización del discurso y la tecnologización de la política (implica la construcción de un ethos de los políticos que inciden los asesores de imagen, las propuestas de las usinas globales, los expertos en marketing, la actividad de los trolls organizados por las estructuras políticas).
Estos rasgos se asientan en formas y contenidos de las derechas extremas actuales a través de la violencia verbal acentuada por el efecto del uso de las redes, los discursos panfletarios[16] y de odio[17], se conjugan en las caracterizaciones que se hacen del populismo de derecha en autores como (Casullo, 2024; Charadeau, 2022; Pulleiro y Colazo, 2021; Rinn, 2023, Rosanvallon, 2020). La radicalización del discurso de las derechas tradicionales sostenido por un líder carismático que adquirió su autoridad gracias a un capital simbólico que se le reconoce.
Como parte de su retórica Milei considera que «La raíz del problema argentino no es político y/o económico. Es moral», explicó en uno de sus cuantiosos posteos en la red X (exTwitter). Milei sostiene que la «decadencia» argentina empezó hace un siglo cuando el país «abandonó» el modelo capitalista para «abrazar las ideas empobrecedoras del colectivismo», la forma en la que suele referirse al socialismo. «Desarmar el Gramsci Kultural», un juego de palabras que alude al kirchnerismo, la fuerza política peronista que gobernó gran parte del siglo XXI, promoviendo la justicia social, la ampliación de derechos y la inclusividad como políticas de Estado.
Uno de los lemas principales de la fuerza liderada por Cristina Fernández de Kirchner es: “donde hay una necesidad, hay un derecho”, frase que Milei suele denostar, afirmando que “el problema es que las necesidades son infinitas y los derechos alguien los tiene que pagar”. En «El Loco», la biografía no autorizada de Milei, el periodista Juan Luis González sostiene que «la resistencia contra la supuesta hegemonía ideológica de la izquierda» fue uno de los principales motivos por los que el otrora autor y comentarista de televisión decidió ingresar en la arena política en 2021.
6. Mitos: historias ejemplares al servicio de iluminar valores clave. Para D´Adamo y Beudeaux en la construcción del relato la recurrencia a mitos es central. Los mitos son historias o eventos, reales o imaginarios, que iluminan ciertos valores clave de una sociedad o grupo. Son explicaciones culturalmente compartidas, que actúan como puntos de referencia y cohesionan la identidad de los grupos (García Beaudoux, D’Adamo y Slavinsky, 2011). Los mitos se vinculan con una constelación de factores: ideales, historias comunitarias, gestas individuales, sirviendo de apoyatura a las construcciones sociales ulteriores (D’Adamo y García Beaudoux, 1995).
En su plataforma electoral La Libertad Avanza explícitamente plantea que la Argentina debería retomar su pasado glorioso, para terminar con 100 años de decadencia. Textualmente en palabras de Milei: Para principios del siglo XX éramos el faro de luz de Occidente. Lamentablemente, nuestra dirigencia decidió abandonar el modelo que nos había hecho ricos y abrazaron las ideas empobrecedoras del colectivismo. Durante más de 100 años los políticos han insistido en defender un modelo que lo único que genera es pobreza, estancamiento y miseria”.
Retomando la saga de los años 90 el mito político racional más difundido es el de la “mano invisible del mercado”, la “libertad económica” y todo su campo semántico y ritual asociado. Es claro que el gobierno de Javier Milei representa un corte con la cultura política de la democracia argentina desde 1983 en adelante. Pero aquello que lo hace diferente es su negación del pasado y en particular del terrorismo de Estado.
Por segundo año consecutivo, el gobierno de Javier Milei decidió promocionar un video en la cuenta oficial de la Casa Rosada brindando una interpretación “alternativa” de la Argentina de la década de los 70s y, principalmente, de la dictadura militar y su rol histórico. El video es protagonizado, y seguramente guionado, por el intelectual orgánico Agustín Laje, coautor de un libro titulado, “El libro negro de la nueva izquierda”.
El documento digital declara que lo que quiere es brindar una “historia completa” de la violencia de los 70’. Dice que no resucitará la así llamada teoría de los dos demonios, equiparando, falsamente, la violencia de la dictadura con la de las guerrillas. Sin embargo, Laje, repite los argumentos de los dictadores y la ideología del fascismo en Argentina: la junta, en nombre de occidente, salvó a la sociedad argentina de los guerrilleros y la izquierda, quienes querían implantar una dictadura comunista a través de la lucha armada.
Para Santiago Leiras, el Milei profeta/ciudadano se percibe como un mandatario destinado a cumplir no ya un período presidencial (o dos en el mejor de los casos) sino una misión que excede los estrechos límites de cualquier mandato constitucional: el profeta se plantea una profunda reformulación del Estado, la sociedad y los tradicionales alineamientos de la Argentina con el resto del mundo.
7. Símbolos: connotan y ornamentan al relato. En este punto cabe destacar uno de los ejes de campaña y de gestión de gobierno. La imagen de la motosierra y la deep motosierra representan la poda del Estado, hasta su destrucción. Riorda ha expresado al respecto de esta imagen que lo que caracteriza el caso argentino es una posición más que anarcocapitalista, anarcoprimitivista de negación absoluta del peso del Estado. Del retiro del peso del Estado a un nivel no visto en otros lugares. Al respecto señala que el mismo Donald Trump tenía un espíritu proteccionista y sigue teniendo un espíritu proteccionista; su ícono es el muro con México. Es el cuidado interno, es el cuidado del trabajo.
En cambio, en el marco de la pretensión de Milei, el Estado no debe ser gestionado, sino que debe ser gestionado para ser desmantelado. Por lo tanto, estamos frente a la implementación de un proceso que académicamente es según Riorda absolutamente periférico y poco serio, manifestado como una política central en el caso argentino. Y esta es la diferencia, estar frente a un experimento de un anarcoprimitivismo muy novedoso, muy brutal en formato shock que claramente no se evidencia en los otros liderazgos. Este experimento de semejante nivel de shock probablemente sea inédito.
En un nivel más micro del análisis del discurso, en cuanto a los logos de la oficialización de la Libertad Avanza y la figura de Milei se asientan en figuras como el pelucón o peluca, el león. La primera como procedimiento metonímico y el segundo como metáfora. El logo del León es analógico y es directamente la figura del león. La patilla también es una metáfora de la figura de Carlos Menem. Hay una desprolijidad en la figura, (despeinado, desalineado, etc) que algunos autores como Panizza (2024) lo han caracterizado como posmoderno con elementos del punk. Con todo, le sirve para afirmar su carácter singular, distinto, outsider respecto de la clase política.
8. Líneas argumentales familiares e instaladas en la cultura popular: utilización de tramas y narrativas con fuerte arraigo en la cultura popular que se reciclan a los fines de la comunicación política.
Cabe destacar que las metáforas son elementos de fundamental importancia en la construcción del relato, suelen ser la base sobre la que se cimienta. En términos de D´Adamo y Beudeaux, una metáfora ayuda a explicar algo nuevo en términos de algo conocido. Por ejemplo, si un gobierno construye su relato sobre la metáfora “la política es un juego de azar”, aparece una serie de transferencia de significados: apuesta, emoción, pérdidas y ganancias.
Existen narrativas conformadas por guiones culturales clásicos: el héroe, la víctima y el villano; la batalla del bien contra el mal; fortaleza versus debilidad; justicia e injusticia; libertad y opresión. En la narrativa de Milei la noción de Casta política ocupa un lugar destacado para desacreditar a la política tradicional y con ello a los políticos tradicionales. Esta metáfora coincide con el discurso de la anti política en el cual los libertarios se paran simbólicamente.
En el relato del guion del bien contra el mal, los libertarios antipolíticos y desprovistos de todo mal luchan en una batalla desigual (David contra Goliat) contra la Casta Política para dar lugar a una representación transparente y plena. La tierra prometida de libertad sería el fin de la lucha contra la casta política nacional e internacional. La metáfora de “el Estado es una organización criminal” conduce a una transferencia de significados como: criminalidad, muerte, mafia, desconfianza.
9. Activación de los sentidos: activación simultánea de canales sensoriales (vista y oído). Y 10 Activación de las emociones: movilización de sentimientos y de identificación afectiva. el relato, para ser eficaz, debe activar tanto los sentidos como las emociones. Se atiende mucho más a las historias con fuerte carga emocional que a las informaciones asépticas, ya que despiertan la identificación afectiva.
En este punto es central retomar la lógica del discurso de odio directo el cual requiere una serie de condiciones. Se apoya en una dimensión discursiva pathémica.[18] Moviliza marcadores de negación de la alteridad reduciendo al otro hasta anularlo, incluso de manera simbólica (negarle el derecho a la palabra. Recurre a actos de condenación, es decir a formas de violencia verbal que maltratan la identidad del otro, del insulto a la amenaza.[19] (Arnoux, 2024)
Explota el campo de las emociones estimulando el resentimiento y fomentando la revancha (los políticos son ricos mientras el pueblo es pobre) hay una gran desconsideración de la existencia del otro, con un gran deseo de aniquilamiento de los blancos que se le van presentando. Una de las modalidades en que se puede observar el uso de las emociones es tanto en la exacerbación mediante la impostación de la voz a manera de crujido gutural como así también la forma de llanto. Esta última expresión aparece de manera personal y altamente emotiva a la vez que se destaca la insensibilidad de Milei frente a situaciones dolorosas que le afectan a otros. Es común ver en las intervenciones mediáticas la desconexión y el desconocimiento de las situaciones de vulnerabilidad social ante las medidas de política monetaria y económicas tomadas.
El llanto aparece en los momentos sensibles cuando se indaga por la propia historia personal de Milei. La relación con su hermana, su historia religiosa, la posición respecto del proyecto emancipatorio sanmartiniano, etc. En algunas entrevistas Milei expresó una analogía entre Moisés/Aarón, su hermana y él. Una periodista pregunta: ¿qué es Karina para vos? Milei responde, Moíses era un gran líder, pero no era bueno divulgando, entonces dios le envió a Aarón para que divulge. Karina, su hermana es Moises y Milei es Aaron. “Yo sólo soy un divulgador” y llora. (E. 30/9/2021). Ya en ejercicio del poder el 24 de febrero de 2024 en el muro de los lamentos con su rabino de cabecera aparece llorando de manera exacerbada. En Casa Rosada cuando le entregan el gorro aparece llorando ante un Granadero el 22 de febrero de 2024. Al ser recibido por la fanfarria Alto Perú del Regimiento de Granaderos que lo homenajea, llora y dice que no lo merece.
En otro tipo de intervenciones mediáticas la expresión de las emociones va desde la manía cuando dice “y entonces los salarios van a volar” hasta la depresión cuando balbucea y no puede seguir el hilo argumental ante las preguntas de los periodistas. También se destaca como constantemente privilegia el emprendedurismo. Él mismo se reconoce como un emprendedor que por 4 años trabajará de presidente.
La forma que adoptan las emociones en su discurso tiende a buscar identificación a través de la compasión (llanto), una actitud de ganador (manía), una actitud de una persona con dificultades psiquiátricas (también compasivo) y actitud de idealización cuando se presenta como alguien fuerte (bajo la imagen de león) y actitud de odio cuando se refiere al «Otro» como un enemigo al que hay que aniquilar. (discurso del odio).
11. Moralejas: saber didáctico que se desprende del relato. Los relatos incluyen alguna moraleja que ilumina el modo de enfrentar un problema. En el caso de los relatos políticos, la moraleja suele ser siempre la misma: los actores se presentan como los únicos garantes de un estado de cosas que encarna todo lo positivo, por lo que la conclusión “natural” es la necesidad de que la gente dé su apoyo para perpetuar a los protagonistas en el poder.
La construcción del relato y el relato mismo de la Libertad Avanza deja en claro cuales son los problemas que aquejan al país: El Estado, El Kirchnerismo, Las “casta” política, la política tradicional, lo público en general, el empleo público, las universidades públicas, la cultura, las ideas socialistas. La solución a todos esos problemas consiste en imponer las ideas de la libertad que residen en poner en práctica estilos de vida por fuera de los problemas señalados. Cada uno debería ser capaz de realizar su propio emprendimiento y competir en el mercado. No queda claro si la educación formal sería más o menos importante para acceder a esa forma de vida. Pero si es evidente que hay que evitar cualquier tipo de regulación para la vida en general.
Reflexiones finales
Como vimos, el componente antagonista del discurso juega un papel clave en la construcción del relato libertario. Implica el trazado de una frontera rígida donde todo lo que está del otro lado forma parte del campo enemigo. Del lado de la frontera libertaria pueden estar momentáneamente sectores aliados ideológicamente como el PRO y la UCR pero nunca los sectores de centro izquierda. La lógica conflictual prima sobre la lógica consensual y las características que asume el liderazgo son de tipo transformadoras (la experiencia libertaria sería un modelo para exportar al mundo) por un lado, y restauradoras, por otro (volver a la Argentina de los años 20). Así, el tipo de práctica política del discurso es populista de derecha y con ciertos aspectos totalitarios y autoritarios conservadores, por otro.
En las imágenes de la Libertad Avanza como del mismo Milei, la estética juega un papel importante de identificación para sus seguidores. Los símbolos son grotescos, exacerbados. “Tristes” estéticamente, pero cumplen su papel de guía principalmente para sus seguidores. Los mitos que activan el discurso enseñan que existe una “tierra prometida” detrás del sufrimiento colectivo. La tierra prometida será para quienes lo merezcan y sobrevivan “el ajuste mas fuerte de la historia”. En esa “tierra prometida” no existirá más el Estado. Todo será mercado y los enemigos socialistas ya no existirán más (componente totalitario e idealizado del discurso).
El liderazgo disruptivo de Milei es clave. Es una figura fuerte dispuesta a no retroceder en su búsqueda de transformación de la realidad social. Su presencia implica una referencia clara para sus seguidores y como representación de las ideas antipolíticas y de derecha. Es un liderazgo sin miramientos y sin reconocimiento del otro con casi nulas posibilidades de establecer un debate democrático más profundo que las propuestas de su propio espacio político. Los referentes de la derecha internacional cumplen un papel importante en la imaginarización política y operan como respaldo discursivo. Algunos autores como Varoufakis (2024) han llamado a estos gobiernos de derecha como tecno – feudalistas.
Del relato también se desprende que, las personas que no están capacitadas para realizar sus propios emprendimientos y hacerse competitivos, no tienen un lugar claro en el modelo ideal de sociedad proyectada por el libertarianismo. El modelo social sería con aquellos “emprendedores” privados o empleados de emprendimientos privados y el resto quedarían excluidos socialmente.
Por otro lado, del discurso presidencial se desprende la intención de que esa transformación sea llevada adelante por el propio liderazgo de Milei, pero también podría llevarlo a cabo otro miembro del espacio político, en el futuro. Para ello, los frentes que se proponen mantener siempre activos son los de la estructura del poder a través del Estado (que, si bien es caracterizado como un organismo criminal, en manos de las ideas de la libertad, no lo sería), los de la gestión, a través de la toma de decisiones y del reemplazo de la burocracia tradicional por un gerenciamiento desregulado, y finalmente una batalla cultural permanente a partir de la cual se luche contra los enemigos de las ideas de la libertad.
[1] La Comunicación Política es el campo estudio y de práctica de la comunicación entre gobierno, medios y ciudadanos. Mientras que la Comunicación Gubernamental es parte de la Comunicación Política y se centra en la comunicación de la gestión, de la administración, busca el consenso, la articulación, la comunicación interna y externa, busca la legitimación, cómo hacerse escuchar, etc. No se centra en el partido ni en el líder. La mejor forma de entender a la Comunicación Gubernamental es mediante su relación con los procesos de gestión y decisión. (ejercicio que determina la agenda de gestión de instituciones, actitudes y procesos).
[2] Como señala Riorda, la Comunicación Gubernamental no es un apéndice de la gestión, sino que es parte de la misma política pública. Es muy cercana a la decisión. (presidente, ministro, gobernador deciden la comunicación de su área) Está en todas las etapas. Desde la formación de agenda, la formulación, el diseño, la implementación, el monitoreo y la evaluación. Supone pensar una nueva relación entre lo estratégico y lo táctico u operativo. (las decisiones estratégicas, de los niveles altos de la organización tienen que vincularse con las decisiones operativas, diarias. Teniendo en cuenta las nuevas líneas de investigación en Comunicación Gubernamental para Juan José Solís Delgado (2010) el ámbito de la comunicación gubernamental está bien acotado: se circunscribe solo a la gestión y a la administración pública. Más aún, dado que la comunicación gubernamental supone un ejercicio que determina la agenda de la gestión de instituciones, actitudes y procesos, debería ser tratada como una política pública en sí misma. Sin llegar a plantearlo en estos términos, María José Canel y Karen Sanders definen la comunicación de gobierno como aquella que se elabora desde un Poder Ejecutivo. Para las autoras, la comunicación gubernamental es “la comunicación que implica el desarrollo y actuación de una institución política con función ejecutiva. Esto abarca desde la comunicación de un presidente, de un primer ministro o de un ministerio hasta la comunicación de una alcaldía, una concejalía o de una consejería de un gobierno autonómico” (Canel & Sanders, 2010, p. 19). Por su parte, Mario Riorda define la comunicación gubernamental como “un método a través del cual un gobierno democrático intenta hacer explícitos sus propósitos u orientaciones a la opinión pública para obtener apoyo o consenso en el desarrollo de sus políticas públicas” (Riorda, 2006, p. 7).
[3] Para Amadeo, (2016) debido a la necesidad de legitimar constantemente todas las acciones de gobierno, hay autores que sostienen que la comunicación gubernamental pasó de ser un oficio esporádico limitado a las ocasiones en las que los líderes debían dirigirse al público a través de sus discursos, a convertirse en lo que llaman “campaña permanente” (Noguera, 2005; Amado & Amadeo, 2012). Una vez que Pad Caddell acuñó el término “campaña permanente” en un memo al entonces presidente electo Jimmy Carter en 1976, quedó claro que se esperaba que la comunicación de gobierno fuera la continuación de la campaña electoral (Ornstein & Mann, 2000). Durante años la idea [de ‘campaña permanente’] fue usada por la comunidad política para referirse al uso que el gobierno da a este instrumento para construir y sostener el apoyo popular. Presidentes y parlamentarios han usado los recursos y oportunidades que les brindan sus cargos de manera cada vez más intensa y creativa para consolidar sus posibilidades de reelección. Pero el concepto de ‘campaña permanente’ ha sido particularmente fructífero en describir la creciente importancia que las estrategias, tácticas y recursos de campaña tienen en todos los aspectos de la vida pública.
[4] Para Riorda, M (2018) La palabra relato o «narrativa», como promueve la lingüística, tiene una función rectora en los gobiernos. Es lo que se llama «mito de gobierno». A diferencia de una campaña electoral, que es un proceso finito y un show asociado a la espectacularidad y a una puesta en escena, el gobierno es largoplacista y esto implica la necesidad de ofrecer un norte anclado en valores, que oriente a la ciudadanía frente al caudal informativo y simplifique, en pocos valores, qué significan muchas de sus políticas públicas. El mito de gobierno genera un proceso de cercanía y de confianza entre el gobierno y el ciudadano, y es el principal elemento que diferencia la comunicación gubernamental de la comunicación electoral.
[5] Humberto Eco se refería a la predisposición natural y necesidad hasta biológica de escuchar cuentos. “Todos queremos que nos cuenten un cuento.”
[6] Benedict Anderson, en “Comunidades Imaginadas” (1993) destaca la importancia de los relatos como constructores de comunidad. George Lakoff en “Dont think of an elefant” (2004) analiza como los republicanos construyen muy bien las narrativas a diferencia de los demócratas.
[7] Según D Adamo y G. Beaudeaux el uso de relatos enmarcados en la técnica del storytelling, parece presentar innumerables ventajas para la persuasión política. Los relatos ayudan en la construcción de una imagen y un estilo de liderazgo, son eficaces para afianzar las identidades grupales, al tiempo que conllevan una poderosa capacidad de simplificación y ordenamiento del acontecer político. La finalidad última del empleo de la técnica de storytelling y de la construcción de relatos políticos es la persuasión. La definen como un tipo de comunicación que se caracteriza por ser intencionada, tener objetivos específicos y perseguir la creación, disminución, aumento o conversión de opiniones, actitudes y/o comportamientos del público al que se dirige.
[8] Existe un ataque frontal contra periodistas y dirigentes políticos opositores a través de una red de tuiteros que atacan en manada a los que no están alineados con el relato libertario, muchas veces con información falsa, para manipular la opinión pública. Estos twitteros son conocidos en X (exTwitter) por sus seudónimos, donde tienen cientos de miles de seguidores: Carreira, alias Juan Doe; Daniel Parisini, Gordo Dan; Franco Antunes, Fran Fijap; Luciano Cabrera, El Trumpista; Diego Macana Roa, Escuela Austríaca de Economía; y Esteban Glavinich, alias Traductor Te Ama, entre los principales tuiteros, cuyos posteos son compartidos todos los días por cientos de seguidores libertarios, incluyéndolo a Milei. El impulsor de esta estrategia de comunicación digital es el poderoso asesor Santiago Caputo, que maneja un equipo oficial en Casa Rosada y una estructura paraestatal donde es una figura fuerte Fernando Cerimedo a la que provee de fondos y contenidos para ser difundidos en forma permanente. En una investigación de Alejandro Alfie (2024) se informa que, como parte de la comunicación paraestatal, el dueño de La Derecha Diario, Fernando Cerimedo, es uno de los que dirige las milicias digitales, gracias a su experiencia en Brasil, donde trabajó con la familia Bolsonaro y fue investigado por la Justicia por su presunta participación en el intento de golpe de Estado contra Lula en 2022. Cerimedo es un empresario de comunicaciones digitales muy cercano a Santiago Caputo. «Además de trabajar con los tuiteros y youtubers, el Gobierno le encarga tareas de monitoreo en redes y hasta de control interno de funcionarios». «Pero prefieren mantenerlo lejos de Casa Rosada, porque es muy polémico, no tiene buena imagen y fue condenado por vender dos veces el mismo departamento». Esteban Glavinich (Traductor Te Ama) es uno de los tuiteros que trabajaría para Cerimedo, con quien comparten el mismo abogado, Alejandro Sarubbi Benitez (ASB2509), quien también trabaja para el Gordo Dan, croata, Tronco (uno de los dueños de la radio Neura) y otros tuiteros libertarios. El ecosistema paraestatal incluye a tuiteros que protegen su anonimato, como Pregonero, que cargó contra Carlos Pagni desde su cuenta en X, con un mensaje que fue potenciado por el presidente Milei.
[9] Este mismo autor ha caracterizado los 5 principios del brutalismo comunicativo de Milei como: electoralización total de su comunicación gubernamental, desprecio estatal total, incivilidad y descortesía, el shock en todo, y el hiper personalismo desmedido.
[10] En palabras de Raus, D (2021) “La política de los últimos años está mostrando otras características: un antagonismo material y simbólico feroz, dialéctica e ideológicamente violento, que sobrevive a las contiendas electorales. Una división —no necesariamente en dos— social, política y hasta filosófica que pervive a las elecciones y, lo más significativo, que recrudece luego de éstas. Un cuadro social en el que se mantienen en calidad de confrontación las posiciones políticas más allá del resultado electoral. Sociedades fragmentadas sin que la política electoral genere los bálsamos necesarios para unificar ciertos criterios y decisiones respecto a las políticas a seguir. Es necesario aclarar: no sobreviven los ánimos confrontativos en virtud de las opciones electorales que acaban de competir, es decir de los partidos políticos que se presentaron. Perviven enfrentamientos y antagonismos sustentados en representaciones de la vida política y social, representaciones que los partidos en competición electoral más o menos asumieron programáticamente. Las elecciones, más allá de ganadores y perdedores, no difuminan las posiciones sociales ideológicamente instituidas”.
[11] En el terreno filosófico Derrida ha demostrado en sus trabajos deconstructivos que la violencia discursiva, las lógicas binarias, las oposiciones del discurso, han estructurado el discurso occidental y han mostrado su base violenta al dar primacía a la primera categoría por la segunda. Razón – irracional, el pensamiento del adentro y del afuera, lo normal y lo patológico, lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, etc.
[12] Los medios de comunicación han reflejado hechos diversos en los que se comprueba la lógica agonista del gobierno. Para LLA la educación pública se convirtió en un centro de adoctrinamiento marxista. Para la Libertad Avanza (LLA), es popular entre la juventud porque «los jóvenes llevan menos tiempo expuestos al mecanismo de lavado de cerebro de la educación pública». Entre las acciones llevadas a cabo por el gobierno, cerró el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), al que el vocero presidencial, Manuel Adorni, consideró un lugar «para generar empleo militante”. En campaña, Milei había denunciado que durante los gobiernos kirchneristas se convirtió en un «instrumento de persecución ideológica» abocado a «controlar la cultura y que quiere regular hasta la forma en que tenemos que hablar». También anunció la prohibición del llamado «lenguaje inclusivo» y cualquier referencia a la perspectiva de género en los documentos oficiales. «No se va poder usar la letra e, la arroba, la x y evitar la innecesaria inclusión del femenino en todos los documentos de la administración pública”, precisó Adorni en una de sus conferencias de prensa diarias. Describió como «las asesinas de pañuelos verdes», por la exitosa campaña que realizaron para lograr la aprobación del aborto legal y gratuito en Argentina, en 2020, con apoyo del anterior gobierno. Como parte de un discurso internacionalizado, Milei indicó en Davos que «el libertarismo ya establece la igualdad entre los sexos», y lo que plantea el «feminismo radical» es una «pelea ridícula y anti natural entre el hombre y la mujer». Esta pelea es propiciada por “los socialistas” que «se vieron forzados a cambiar su agenda luego de dejar atrás la lucha de clases». Como parte de su negación de una brecha salarial entre hombres y mujeres, eliminó el ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, creado durante la administración anterior, y lo transformó en una subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género. Ante las críticas por sus políticas antifeministas, su vocero ha señalado que el suyo es el gobierno «más igualitario» de la historia argentina, con una participación de mujeres “del 45%” (cerca del doble que durante el kirchnerismo). «Yo creo en la igualdad ante la ley. Esto no se trata de un derecho, se trata de privilegios». Como para dejar en claro su postura sobre lo que llama la «ideología de género», en el Día internacional de la Mujer, el gobierno decidió convertir el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada en el «Salón de los Próceres», que homenajea a un grupo de líderes políticos, todos hombres. Milei cambia el nombre al Salón de las Mujeres de la Casa Rosada en el día en el que miles marcharon en Buenos Aires por el Día de la Mujer. El anuncio se produjo poco antes de que miles de activistas marcharan en protesta contra las políticas del gobierno y en reclamo a la protección del derecho al aborto, tema sobre el que Milei ha sugerido que podría convocar a una consulta popular. En materia de medios una de las primeras iniciativas que tomó Milei, apenas dos días después de asumir, fue cortar por un año lo que se conoce como la «pauta oficial”, que es la publicidad institucional del gobierno en medios. Socavar el poder de los medios críticos a los que considera «formadores de opinión ensobrados» (es decir, que reciben dinero para hablar bien o mal de alguien). Durante su discurso por la apertura de las sesiones del Congreso, el 1 de marzo en 2024, el anunció el cierre de la agencia estatal de noticias Télam, la más grande de América Latina, fundada en 1945. “Vamos a cerrar la agencia Télam que ha sido utilizado, durante las últimas décadas, como agencia de propaganda kirchnerista”. La Fundación El Libro, que organiza la Feria del Libro de Buenos Aires informó que la Secretaría de Cultura no alquilará el pabellón, como era tradicional, y por primera vez en la historia del evento tampoco enviaría a un representante al acto de inauguración. También, la sala Gaumont se convirtió en el foco de una protesta contra los cortes en el presupuesto del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Milei ha establecido un enfrentamiento con la cantante y actriz Lali Espósito, una de las artistas más populares del país (rivalidad que algunos han comparado con el de Trump con Taylor Swift, en EE.UU.). Ha criticado reiteradamente a la artista, a la que apodó en una entrevista «Lali Depósito», acusándola de recibir grandes sumas de dinero público -más de lo que cobra por sus shows privados- de gobernadores e intendentes para hacer espectáculos -«propaganda política”.
[13] Véase el análisis de “las aventuras de las equivalencias” en La Razón Populista de E. Laclau (2005).
[14] En el contexto de la presentación de su último libro “Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica”, en el estadio Luna Park, Milei brindó un show musical en el que interpretó una canción junto a su banda de rock, conformada también por figuras del ámbito político cercanas al mandatario. El grupo soporte, denominado como “La Banda Liberal”, estuvo integrado por el diputado nacional Alberto “Bertie” Benegas Lynch, en batería; su hermano Joaquín Benegas Lynch, en guitarra y en bajo a Marcelo Duclos, quien escribió junto a Nicolás Márquez la biografía del Presidente “Milei, la revolución que no vieron venir”. Juntos interpretaron “Panic Show”, del grupo La Renga (que se convirtió en un ícono durante la campaña electoral). Hola a todos, yo soy el león. Rugió la bestia en medio de la avenida. Todos corrieron, sin entender. Panic show a plena luz del día”, comienza la letra de uno de los himnos del grupo de Gustavo Chizzo Nápoli y que el Jefe de Estado adoptó durante su campaña presidencial. A su vez, en otro pasaje dice: “Por favor no huyan de mí. Yo soy el rey de un mundo perdido. Soy el rey y te destrozaré. Todos los cómplices son de mi apetito”. A ese último tramo, Milei lo cambió por “toda la casta es de mi apetito”. En nota de Infobae, 22 de mayo de 2024.
[15] Es un universo de extrema derecha, muy heterogéneo pro rusos pro OTAN, antiestatistas y pro Estado, conservadores, libertarios y autoritarios, laicos y religiosos. Pero lo que los une (el pegamento de la “internacional reaccionaria”) es el antiprogresismo. Y es ese anti progresismo el que llevó a Milei a las declaraciones en las que igualó homosexualidad y pedofilia.
[16] Para Marc Angenot se trata de discursos que buscan generar el escandalo con una visión catastrófica y anuncian el fin de una sociedad y un sistema de valores. El otro queda colocado en la defensiva y estigmatizado.
[17] No tienden a intervenir en el razonamiento sino a impactar, movilizar y lograr asegurar adhesiones a partir de la violencia verbal. (Lorenzi Bailly y Moise, 2021, 2022).
[18] El pathos es una técnica de comunicación que se utiliza en la literatura, el cine y otras artes narrativas. Es también el «gancho» principal, la anécdota, el misterio o el hecho maravilloso que atrapa al lector o espectador de una obra. El pathos igualmente se potencia en gran medida cuando la narración adopta la forma de la confesión íntima o personal. En la crítica artística, la palabra pathos se utiliza para referirse a la íntima emoción presente en una obra de arte que despierta otra similar en quien la contempla. Asimismo, representa una apelación a la emoción del público, a su empatía, provocando sentimientos que ya residen en él.
[19] Para Cuesta, M (2024). “Las experiencias de agravio (moral, político, económico) pueden conducir a un movimiento transformador, igualitario y democratizante o pueden rigidificar prejuicios, alimentar paranoias y propiciar acciones de violencia. La tarea del agitador parece ser la de truncar esa primera opción a partir de alentar la segunda. Él se esfuerza para que en una situación de desorientación y fragilidad objetiva se haga lugar a una petrificación de la experiencia traducida en insensibilidad, irreflexividad, negación, des-solidaridad. Para lograr su fin se nutre de la apelación a “petrificaciones psicológicas” como los estereotipos: juzgando al mundo, como decía Adorno de acuerdo con clichés maniqueos y haciendo responsable de todos los males a poderes ocultos, a parásitos sociales, a “ideologías” perversas. A través suyo no sólo se refuerza el prejuicio sino también se desvía de la senda que podría conducir a interrogar los elementos estructurales, económico-políticos, capaces de explicar el malestar.” El agitador, en Revista Anfibia.