Investigación en movimiento

Ciencia e investigación de la UNLa

Ateneo «Instituciones de Educación Superior en la Provincia de Buenos Aires: el campo de la investigación, articulaciones presentes y horizontes posibles»

Introducción

El viernes 17 de octubre de 2025 se llevó a cabo de forma virtual el Ateneo «Instituciones de Educación Superior en la Provincia de Buenos Aires. El campo de la investigación, articulaciones presentes y horizontes posibles». Organizado de manera conjunta por la Especialización en Educación con Orientación en Investigación Educativa y el Observatorio de Educación Superior (ambos pertenecientes al Departamento de Planificación y Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Lanús —UNLa—), el encuentro buscó crear un espacio de intercambio sustantivo entre los actores que día a día construyen el sistema formador más grande del país.

Realizado a través de la plataforma Zoom, la coordinación y presentación estuvo a cargo de Gabriela D’Abate, coordinadora de la Especialización, y Victoria Kandel, coordinadora del Observatorio. El núcleo del debate lo constituyeron las exposiciones de autoridades clave de la Dirección General de Cultura y Educación (DGCYE) de la Provincia de Buenos Aires: Javier Méndez, inspector de Educación Superior de la Región 2;Viviana Taylor, directora de Formación Docente Inicial; Carlos Grande, director de Formación Docente Permanente; e Inés Rodríguez Moyano, directora de Evaluación e integrante del equipo coordinador de la RIEBA. Sus presentaciones fueron enriquecidas por los comentarios del Dr. Lucas Krotch, director de las carreras de Licenciatura en Educación y Gestión Educativa de la UNLa.

El evento concentró a una audiencia diversa, integrada por estudiantes de las licenciaturas en Educación, Gestión Educativa y Tecnologías Digitales para la Educación, así como a estudiantes de la Especialización de la UNLa. También se sumaron representantes de la Universidad Nacional Arturo Jauretche y del Centro Universitario Ramallo, donde se dictan diversas carreras a través del Programa Puentes convenio UNLa, evidenciando el interés transversal que despiertan los desafíos de la educación superior bonaerense.

Esta relatoría reconstruye el desarrollo del Ateneo, sintetizando sus aportes principales y extrayendo los ejes de debate que pueden orientar futuras acciones colaborativas.

Desarrollo

El Ateneo se estructuró en tres bloques principales de exposición que, conformaron una narrativa progresiva: desde la descripción concreta del sistema en un territorio específico, pasando por la exposición de las políticas públicas que buscan integrarlo, hasta la presentación de una herramienta innovadora para producir conocimiento sobre y desde ese mismo sistema. El hilo conductor fue la articulación territorial como principio esencial para pensar la gestión, las políticas de formación y la investigación. Finalmente, el espacio de preguntas permitió profundizar y tensionar estos ejes, cerrando con reflexiones que invitan a la acción conjunta.

1. El territorio como fundamento: la mirada como supervisión

Javier Méndez, Inspector de Educación Superior de la Región II, presentó «Formación Docente y Técnica del Nivel Superior en Región 2: supervisión, experiencia y relación con el medio local». Donde ofreció una radiografía concreta y detallada sobre el funcionamiento del nivel superior en la Región Educativa 2 (conformada por Avellaneda, Lanús y Lomas de Zamora). Con datos precisos acerca de los 12 institutos de gestión estatal (7 de formación docente y 5 técnicos) que integran aproximadamente a 16.400 estudiantes, Méndez describió un modelo de supervisión que se aleja del paradigma del control. «Nos alejamos de aquel imaginario del inspector que solo iba a controlar o señalar errores», afirmó, para caracterizar su rol como «esencialmente pedagógico»; orientado a acompañar y fortalecer a los equipos directivos, así como a garantizar las mejores condiciones institucionales para las trayectorias estudiantiles. 

Este acompañamiento se materializa en una presencia territorial constante donde «se camina el territorio», en el impulso y la importancia de los órganos de participación interna, explicando que: «cada instituto cuenta con un CAI (Consejo Académico Institucional), conformado por directivos, claustro docente, estudiantil y nodocente. También hay un centro de estudiantes que se renueva año a año, garantizando la participación democrática. Además, en cada región funciona un Consejo Regional de Directores, del cual nosotros somos asesores naturales, pero no miembros plenos. Este consejo favorece encuentros interinstitucionales y la construcción de redes».

Entre los diversos aportes de su exposición, uno de los más ilustrativos fue el recorrido histórico por cada uno de los 12 institutos. Al detallar los orígenes del Instituto Superior de Formación Docente N° 1 «Abuelas de Plaza de Mayo», del Instituto Superior de Formación Docente N° 100 de Avellaneda, o de los institutos técnicos creados en convenio  con gremios y cámaras comerciales, postuló una tesis central: «en los orígenes de cada instituto se ve la fuerte vinculación con el territorio: en formación docente, con las escuelas y sus diversos niveles (inicial, primario, secundario, adultos); en formación técnica, con el ámbito municipal, laboral y productivo». Esta articulación se presenta como un sello identitario y la razón de ser del sistema formador en su escala local.

2. Políticas para la integralidad y el cuidado de las trayectorias

Desde una perspectiva macro, la exposición deViviana Taylor, directora de Formación Docente Inicial de la Dirección de Educación Superior (Dirección General de Cultura y Educación), se tituló: «Hacia la integralidad de la Educación Superior bonaerense: régimen académico, cambio curricular y evaluación para la mejora continua». Ahí planteó el desafío político de construir «un sentido de lo común» en un sistema de educación superior provincial compuesto por cuatro direcciones con trayectorias separadas (Formación Docente Inicial y Permanente, Educación Técnica, Educación Artística y Gestión Privada). La respuesta a este desafío, explicó, se trata de  «un conjunto de políticas interconectadas que avanzan en una dirección de integralidad».

Este proyecto integral, iniciado en 2022, se sustenta en tres pilares estratégicos entrelazados: un cambio curricular profundo, un nuevo Régimen Académico Unificado y un sistema de evaluación para la mejora continua.

El primer pilar es una ambiciosa renovación curricular, que trasciende la actualización de contenidos. Los nuevos diseños, que reemplazan planes de estudio de 1999, realizan un giro epistemológico al poner la centralidad en la enseñanza. «Se aleja de un discurso exculpatorio que traslada las responsabilidades a otros niveles», señaló Taylor, para enfocarse en cómo el/la docente expande su repertorio pedagógico. Estos diseños incorporan de forma transversal la ESI (Educación Sexual Integral), la perspectiva de género y derechos, la cultura digital y la educación ambiental, y se sitúan en un lugar de enunciación bonaerense y latinoamericano. Taylor detalló que el proceso, que ya lleva tres años de implementación, incluyó la creación de los primeros profesorados de educación técnica secundaria y avanza actualmente en la actualización de los diseños de profesorados de matemática, lengua e inglés, entre otros.

En paralelo, y como consecuencia lógica de priorizar la enseñanza, se diseñó un Régimen Académico Marco (RAM) unificado para toda la educación superior provincial, una medida inédita. En el decir de Taylor, este régimen es, ante todo, una política de cuidado de las trayectorias. Introduce figuras innovadoras como el estudiante itinerante, que permite cursar una materia en otra institución sin perder la pertenencia a la de origen, salvando obstáculos como responsabilidades de cuidado o trabajo. Además, establece el primer año como año de filiación académica, con un acompañamiento intensivo para mejorar la retención. «Este año los números de retención han sido muy superiores», destacó Taylor, mostrando el impacto temprano de la medida.

El tercer componente es un sistema de evaluación para la mejora continua, desvinculado de la lógica punitivista o de la acreditación. Diseñado como la consecuencia natural de las transformaciones anteriores, este sistema se basa en ciclos de autoevaluación institucional, elaboración de planes de mejora y evaluación externa por pares. Este sistema culmina con el compromiso de la jurisdicción de financiar los proyectos aprobados, priorizando así la mejora concreta sobre el control formal.

En conjunto, estas tres líneas: diseño, régimen y evaluación, conforman un engranaje coherente que busca transformar la vida académica desde una lógica de derechos e inclusión. Taylor concluyó señalando que este proceso de cambios también impulsa una revisión de los mecanismos de acceso laboral docente, para hacerlos más democráticos e integrales: «hoy, las tres direcciones estamos trabajando en una nueva norma que democratice el acceso e incorpore todos los cargos de base (fonoaudiólogos, intérpretes de lengua de señas, preceptores, bibliotecarios, etc.)».

3. La investigación situada como herramienta de transformación

La presentación de la Red de Investigación Educativa Bonaerense (RIEBA) fue realizada por Inés Rodríguez Moyano, directora de Evaluación de la Dirección Provincial de Evaluación e Investigación, y Carlos Grande, director de Formación Docente Permanente. Su exposición respondió a una pregunta crucial: ¿cómo produce conocimiento el propio sistema para mejorarse a sí mismo? La RIEBA, explicaron, nace para saldar una «deuda histórica» y combatir un «extractivismo» epistemológico donde las prácticas docentes son estudiadas por actores externos sin devolución ni incidencia local, siendo una Red Bonaerense de Investigación con Alcance Territorial para la Producción de Conocimiento y Formación Docente.

Carlos Grande contextualizó el desafío: la provincia tiene un sistema enorme (5.2 millones de estudiantes, 400 mil docentes) y una particularidad única: los 135 Centros de Información e Investigación Educativa (CIE), uno por municipio, que garantizan una capilaridad territorial excepcional. La RIEBA, creada en 2024 en articulación con la Subsecretaría de Planeamiento, surgió de una necesidad concreta de la gestión: investigar los tiempos escolares y su impacto en la garantía educativa.

La RIEBA no es una red de investigación académica tradicional. Es, ante todo, una herramienta de política pública situada. Investigar en una gestión de gobierno, como aclaró Rodríguez Moyano, implica que los temas surgen de la agenda político-pedagógica y que el conocimiento producido debe ser oportuno y útil para la toma de decisiones. Su arquitectura es radicalmente territorial y participativa: se organiza en nodos que trabajan en los 135 Centros de Información e Investigación Educativa (CIE), posicionando a los docentes como «productores de saber pedagógico» sobre sus propias prácticas.

Inés Rodríguez Moyano subrayó un principio metodológico fundamental: «lo territorial no es un ajuste posterior, sino el eje mismo de la definición del objeto de estudio». El territorio no es el escenario donde se aplica una política, sino la escala compleja donde ésta se redefine y adquiere sentido específico. En 2024, 140 CIE trabajaron en nodos por nivel educativo; en 2025, se profundizó con 129 CIE en 11 nodos, realizando incluso encuentros presenciales regionales y acompañamiento analítico. Carlos Grande destacó que: «este proceso construye una sociedad virtuosa entre la Subsecretaría de Educación y la Subsecretaría de Planeamiento, y representa una gran oportunidad para que los docentes bonaerenses sean hablados por sí mismos», visibilizando sus saberes para mejorar la enseñanza.

Diálogo, interrogantes y proyecciones: el intercambio con los participantes

El espacio de preguntas, moderado por Gabriela D’Abate, permitió ahondar en aspectos críticos y operativos. Una pregunta sobre la implementación del RAM permitió a Viviana Taylor detallar el equilibrio entre el marco común y la ejecución local, y el rol clave de las/los inspectoras/es como garantes de la política en el territorio. Otra intervención preguntó por la elección de la ESI como espacio curricular específico, a lo que Taylor respondió argumentando el lugar estratégico del docente como agente de detección y acompañamiento en temas de violencias e identidad, a la vez que aclaró que la Educación Ambiental está presente como perspectiva transversal.

Otra pregunta, sobre investigación territorial y fenómenos globales como la Inteligencia Artificial permitió a Inés Rodríguez Moyano explicar la concepción del territorio como escala que anida lo global; mientras que Javier Méndez ejemplificó con la oferta concreta de una tecnicatura en Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial en su región. Finalmente, una participante celebró desde su experiencia personal el nuevo enfoque de primer año y la ESI, contrastándolo con «la formación excluyente y librada al azar» de hace dos décadas, evidenciando el impacto perceptivo de las nuevas políticas.

Las intervenciones finales de Victoria Kandel y Lucas Krotsch, desde la UNLa, cerraron el círculo invitando a la acción colaborativa. Kandel, presentando el Observatorio de Educación Superior como espacio para alojar y potenciar investigaciones, advirtió sobre el «extractivismo epistemológico» y abogó por una construcción de conocimiento colaborativa. Krotsch, por su parte, criticó la visión cientificista que reserva la investigación a la universidad y celebró estos espacios de intercambio que reconocen la investigación como «práctica de vigilancia epistemológica» necesaria en todos los niveles del sistema.

Reflexiones

El Ateneo permitió visualizar un proyecto político-pedagógico en acción para la educación superior bonaerense, cuyos aportes pueden sintetizarse en cuatro pilares entrelazados:

  1. La articulación territorial como principio esencial y práctica concreta: Más que un eslogan, es un modo de hacer. Se expresa en la supervisión que «camina el territorio», en los institutos nacidos de necesidades locales, en una investigación que define sus objetos desde lo territorial, y en una universidad que busca anclajes situados. Es el antídoto contra la planificación abstracta y descontextualizada.
  2. La integralidad como horizonte de gestión y sentido:Frente a la histórica fragmentación, se avanza con decisión hacia la construcción de un «sentido de lo común». Esto se traduce en herramientas unificadoras como el Régimen Académico Marco y en criterios curriculares compartidos, sin borrar las especificidades de la formación docente, técnica y artística. Se busca ser un sistema, en el sentido fuerte de la palabra.
  3. El cuidado de las trayectorias como política de Estado central:El giro desde una lógica de filtro y selección hacia una de acompañamiento y retención es quizás el cambio cultural más profundo. El estudiante itinerante, el primer año de filiación, la centralidad en la enseñanza y el sistema de evaluación para la mejora son todos engranajes de una misma máquina destinada a garantizar el derecho a la educación superior.
  4. La investigación situada como herramienta democrática y de transformación: la RIEBA representa un modelo innovador que redefine para qué y para quién se investiga. Al producir conocimiento desde las y los propios actores, convierte a la investigación en una herramienta de empoderamiento, de mejora de las prácticas y de fortalecimiento de la voz docente, democratizando el acceso a la producción del saber.

Cierre

Se extiende un cálido agradecimiento a las autoridades de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, en especial a los expositores Javier Méndez, Viviana Taylor, Inés Rodríguez Moyano y Carlos Grande, por compartir sus experiencias y perspectivas en torno a la gestión, la investigación y las políticas públicas del nivel superior.

Asimismo, se agradece a las y los comentaristas Victoria Kandel y Lucas Krotsch por sus valiosos aportes desde el ámbito universitario, y a la coordinación de la Especialización en Educación con Orientación en Investigación Educativa y del Observatorio de Educación Superior de la UNLa por la organización de este espacio.

Finalmente, un reconocimiento a todos, todas y todes les estudiantes, docentes, directivos e investigadores participantes, cuyo intercambio de preguntas y reflexiones enriqueció sustancialmente el diálogo.

Este Ateneo se plantea como el primero de un ciclo necesario de encuentros, que aspira a seguir tendiendo puentes, consolidando redes de colaboración y pensando colectivamente los horizontes de un sistema de educación superior bonaerense cada vez más integral, articulado y comprometido con su territorio.

*Lucía Cortijos es Licenciada en Educación (UNLa), auxiliar de docencia e investigación ad honorem del Observatorio de la Educación Superior. Adscripta a proyectos de investigación en educación superior y políticas educativas, con participación en producciones académicas y publicaciones institucionales.

Lucía Cortijos*

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