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Políticas de educación y de cultura del gobernador Manuel Fresco 1936-1940

  1. Políticas educativas bonaerenses

Mi Gobierno ha contemplado desde el primer día esta situación y se ha mostrado firmemente resuelto a llevar a cabo las reformas e innovaciones indispensables. Vimos el problema panorámicamente, y no nos arredraron, por cierto, sus complejidades ni las dificultades que era dable prever en una tarea de tal magnitud. Lo primero que hicimos, porque era lo básico, fue aumentar el presupuesto escolar: más escuelas y más maestros, dijimos. Luego nos preocuparon la esencia de la enseñanza misma y las condiciones originarias de la deserción escolar y del analfabetismo. Sin vacilaciones, implantamos la reforma educacional que está en marcha y que comprende desde la introducción de la enseñanza religiosa hasta la institución de la cultura física, y desde la campaña contra la deserción escolar y el analfabetismo hasta la creación de comedores escolares, el estímulo oficial de las sociedades cooperadoras y el aumento incesante de las colonias de vacaciones. La renovación de los métodos de enseñanza fue complementada con los cursos de cultura superior para el Magisterio, a fin de poner a éste en condiciones de cumplir sus tareas profesionales y sus deberes patrióticos en forma amplia y eficaz. Manuel Fresco, 19 de octubre de 1938

El gobernador Manuel Fresco conformó una Comisión de Reforma Educativa cuya tarea fue la de hacer un diagnóstico y luego modificar el sistema. Cumplieron un rol importante en el proceso de transformación el Ministro de Gobierno Roberto Noble, Jorge Arizaga, Evaristo Iglesias, José Antonio de la Vera, Rodolfo Pérez Duprat y María López de Medina. Otra figura influyente de la etapa fue la de Alberto Baldrich de la Fundación Argentina de Educación[1] (Vitullo 1941: 124)

Entre 1936 y 1940 la Dirección de Escuelas estuvo a cargo del maestro normal Rufino Bello y del médico Gustavo Pérez Herrera (Rodríguez y Petetti 2017: 48).

  1. Bases de la reforma educativa

En un gran resumen, la propuesta educativa del periodo tuvo seis grandes pilares que fueron la reforma de los valores a transmitir, impartiendo religión y nacionalismo; la promoción de la educación técnica y en oficios; la implementación de la educación física obligatoria; y la instrumentación de programas sociales para jóvenes en situación de emergencia. Además y en línea con el conjunto de las políticas públicas bonaerenses, Manuel Fresco sancionó nuevos derechos laborales docentes y modernizó la infraestructura escolar.

Los ciclos educativos

La educación primaria fue divida en dos grandes ciclos. El primero, incluyó  los cuatro grados iniciales en donde se impartieron contenidos de instrucción y otros de salud, moral y sentido estético. El segundo ciclo se integró con quinto y sexto grado. Acá se incluyó un anexo de pre-aprendizaje con las especialidades de Curso de Hogar, Curso de Industria, Curso de Comercio y un Curso de Agricultura y Ganadería que fueron regionalizados.

La Comisión de Reforma de la Educación destacó que si bien la formación profesional no era responsabilidad centralmente de la escuela primaria y del pre-aprendizaje, este nivel podía contribuir cimentando “métodos”, despertando “aptitudes y vocaciones” y acercando la institución con las “exigencias de la vida real”  (Vitullo 1941: 124-127).

Jorge Arizaga resumió el espíritu de la propuesta de transformación educativa de la siguiente manera: «La escuela que adviene con la Reforma, desarrollará aptitudes para adquirir conocimientos; procurará que las materias de instrucción (Lenguaje, Matemáticas, Dibujo, Trabajo Manual) sean instrumentos del saber y que las materias de desenvolvimiento (Educación espiritual, intelectual, física y estética) ejerciten la función de desarrollar y desenvolver la personalidad infantil. A estos propósitos responde la división en el Plan de Enseñanza de las materias de Instrucción y Desenvolvimiento. Propenderán las primeras a un saber conexo y perfectamente asimilable y asimilado a educar a los sentidos y adquirir nociones de utilidad práctica; las segundas al cultivo armónico de los aspectos totales de la personalidad y especialmente en el orden intelectual a alcanzar conocimientos, no como finalidad sino como recurso para el desarrollo del pensamiento y de sus facultades. En suma: la escuela tradicional y herbartiana de la Educación por la instrucción, la de los medios verbalistas y de los fines informativos, será suplantada por la escuela de la Educación por el desenvolvimiento integral, la de los medios de acción y del pensar y la de los fines formativos. Constituye en segundo término, otro propósito trascendental de esta Reforma, su intención social, pues al ejercitar plenamente las aptitudes del niño por medio de los cursos de preaprendizaje profesional, revelará su innata vocación, poniéndole en camino de orientarse hacia sus futuras actividades, en base de un diagnóstico psicotécnico, facilitándole también la adecuación de sus condiciones a las exigencias económico-sociales de nuestra época” (Vitullo 1941: 128).

En el mes de marzo del año 1938 se empezó a implementar la Reforma Educacional en una escuela de cada distrito de la Provincia (Dirección Provincial de Escuelas 1938). El Director General de Escuelas encomendó al Subinspector General de Escuelas, Evaristo Iglesias, a los inspectores seccionales José A. de la Vega y Rodolfo Pérez Duprat y al Consejero Jorge P. Arizaga el seguimiento y la evaluación del proceso.

En el mes de abril del mismo año la Dirección de Escuelas requirió un informe sobre el avance de las actividades del nivel de pre-aprendizaje. Puntualmente, solicitó una evaluación de la distribución horaria de los cursos de pre-aprendizaje, del personal a cargo y de las horas de trabajo extraordinario destinados. Se consultó sobre las mejoras o reparaciones que el local de la escuela exigía y de los materiales necesarios para llevar adelante la tarea. Pidieron datos sobre los títulos especiales de los maestros de cada escuela para dictar el pre-aprendizaje general y de las personas ajenas a la institución que podrían prestar servicios.

  • Educar en valores

Los nuevos valores educativos

Pues ni ciencia, ni técnica, ni economía, nos dicen una palabra del bien y del mal, de lo santo y lo demoníaco, de lo que debe hacerse y de lo que debe negarse, de la libertad o la esclavitud o el vasallaje; ni cultivan la dignidad de los pueblos, ni traen una misión cultural propia ni un posible destino. La ciencia y la técnica necesitan una valoración espiritual que les dé sentido y la economía una regulación moral que la dirija. Manuel Fresco, 9 diciembre de 1938

Uno de los temas recurrentes en los discursos políticos de Manuel Fresco fue el de los valores educativos. En su punto de vista, la formación de los jóvenes tenía que ser espiritual además de técnica y debía transmitir firmes nociones morales. La contracara de ese modelo era la educación enciclopedista y materialista a la que caracterizó de estar “de espaldas a la vida y con menosprecio de los altos valores espirituales”, con “sentido filisteo de la vida, despojando al hombre de su dignidad”. Los maestros con afanes “intelectualistas” promovían en su opinión una formación “sin destino social útil” (Fresco 1940 T 1: 354-355).

En este mismo sentido, el Ministro de Gobierno Roberto Noble en el marco del acto de asunción del Director General de Escuelas, Rufino Bello, sostuvo que

El Poder Ejecutivo está empeñado en reemplazar el enciclopedismo actual por una enseñanza que contemple las tres fases clásicas de la educación, teniendo en cuenta que el fin de la escuela es el de iniciar al hombre en las primordiales direcciones del saber, exigiendo más que conocimientos determinados, el cultivo de sus aptitudes; más que la formación del hombre adaptable a la vida moderna con su profesionalismo utilitario, la conquista de su propia estima, el sentido del honor y de la dignidad; más que la formación de la personalidad intelectual, la formación del ideal moral y estético, más que hombres sabios, hombres buenos y virtuosos a la vez que útiles para su familia y la sociedad  (Vitullo 1941: 117).

Los valores nacionalistas

La nación del porvenir será a imagen y semejanza de su escuela. Y una escuela intelectualista hará una república de pedantes, de doctores argumentistas y deliberativos, de ergotistas cavilosos. El problema asume ya caracteres alarmantes, al crear una clase populosa de intelectuales en disponibilidad, que aprovechan sus vacaciones forzosas para sembrar la duda y el desconcierto, mediante los poderosos recursos de persuasión que les proporcionó la escuela, el colegio y la universidad. La Escuela Nacionalista quiere en cambio una República en acción, de métodos realistas, sostenida por un idealismo concreto, afirmativo y constructivo. Queremos la enseñanza viviente, no una enseñanza abstracta; una enseñanza que asuma en sus fines y en sus métodos la personalidad total con sus intereses múltiples y sus variadas exigencias. Roberto Noble, 24 de diciembre de 1936

Manuel Fresco remarcó la importancia de difundir una educación nacionalista entre los niños que sea capaz de “despertar en él su amor por la Patria, respeto a los símbolos, cariño a la tierra y culto a la bandera” (Fresco 1940 T 1: 151).

Con este fin, durante su gestión instaló banderas argentinas en todos los establecimientos y fomentó el estudio de los próceres argentinos.

Hablándole a un público infantil sostuvo

Desde este momento, sois depositarios de la Bandera de la Patria. Pensad bien lo que esto significa. La bandera que habéis cantado en vuestras canciones escolares; la bandera que habéis visto tremolar en las estampas de las batallas, entre el humo de los cañones y los penachos de la caballería; la bandera que nació en las manos puras de Belgrano y escaló los riscos de la Cordillera, llevada a punta de heroísmo por el General José de San Martín; la bandera que la maestra os enseñó a venerar  (Fresco 1940 T 1: 303-304).

La educación religiosa en las escuelas bonaerenses

Un aspecto fundamental de los cambios en la educación de la etapa fue la implementación de la educación religiosa. La iniciativa fue aprobada inicialmente con una reforma del Reglamento General de Escuelas Públicas. El Consejo Federal de Educación estableció que “ Se establece en las escuelas primarias de la Provincia la enseñanza de la Religión Católica, que se impartirá dentro del horario escolar y durante una hora semanal, pudiendo ser dividida en des clases. Las personas que tengan a su cargo la enseñanza de la Religión Católica, serán designadas por la Dirección General de Escuelas, debiendo recaer dichos nombramientos en personas autorizadas por la autoridad eclesiástica. El programa y textos correspondientes a dicha enseñanza serán aprobados por el Consejo General de Educación, previo conformidad de la autoridad eclesiástica. Los padres de familia que pertenezcan a otra religión que no sea la católica y que no deseen para sus hijos la citada enseñanza, lo manifestarán por escrito a los señores directores de escuela. A esos niños se les dará, durante esa hora, instrucción moral y cívica. La Dirección General de Escuelas designará el funcionario a cuyo cargo esté la inspección de la Enseñanza Religiosa. La autoridad eclesiástica nombrará en cada distrito uno o más delegados a los efectos de que se entienda con las autoridades escolares correspondientes, con la facultad de inspeccionar los cursos de enseñanza religiosa.  Las personas citadas en el artículo anterior, quedan facultadas para organizar y auspiciar conferencias y actos culturales en el local de las escuelas, con el objeto de extender la enseñanza de la religión Católica, difundiendo así los principios de la moral cristiana del pueblo. Las escuelas privadas deberán sujetarse a lo dispuesto por esta resolución, en todas sus partes” (La Enseñanza Religiosa en las escuelas de la provincia de Buenos Aires 1937).

Posteriormente, la propuesta fue ratificada con la ley 4755 de 1939.

El contexto bonaerense de la sanción de la educación religiosa estaba atravesado por un debate nacional e internacional sobre el rol de la Iglesia en la cultura y la educación. El 1 de diciembre de 1929  Pio XI promulgó la Carta Encíclica Divini Illius Magistri “Sobre la educación cristiana de la juventud”. Allí el Pontífice planteó que la Misión Educativa incluía además de la intervención del Estado (escuela), a la familia y a la Iglesia.

El año 1934 fue sumamente importante para el catolicismo argentino, ya que en el mes de octubre se realizó el Congreso Eucarístico Internacional.

En la etapa, el presidente Agustín Justo designó a Octavio S. Pico como titular del Consejo Nacional de Educación (CNE), siendo un dirigente de larga trayectoria política ligado a la iglesia e impulsor de los Cursos de Cultura Católica (Fabián 2023).

El 14 de febrero del año 1937 en Mar de Plata Fresco sostuvo que “¿Por qué hemos implantado la enseñanza de la religión católica en la escuela? Porque consideramos indispensable inculcar en el cerebro, en el corazón y en los sentimientos primarios de esas almas puras, que son los niños, los fundamentos de la moral cristiana, tan útil en la vida, cuando frente a los acontecimientos y al destino es necesario tener fe y creencias para hacerse moralmente fuerte” (Fresco 1940 T 1: 174).

La iniciativa de la gobernación cumplía con lo estipulado en el Artículo 190 de la Constitución bonaerense del año 1934, que estableció que  “La educación común tendrá entre sus fines principales el de formar el carácter de los niños en el culto de las instituciones patrias y en los principios de la moral cristiana, respetando la libertad de conciencia”.

Fresco había sido convencional constituyente y fue uno de los grandes promotores de su tratamiento y aprobación junto a Sánchez Sorondo (Ferro 1939). La redacción del artículo el gobernador se la atribuyó a Monseñor Juan Chimento, arzobispo de La Plata (Fresco 1940 T 1: 299-300).

El gobernador se refirió al tema en la Apertura de Sesiones legislativas del 11 de mayo de 1937 y sostuvo que “Conforme a la última reforma de la Constitución, la escuela primaria ha sido orientada en el sentido de las ideas y prácticas religiosas, que cuentan con las preferencias establecidas en el estatuto de la Nación y en los de las provincias. Esas preferencias, que en modo alguno afectan a la conciencia de los fieles de otros cultos, armonizan singularmente con el espíritu de nuestro pueblo y la fe de nuestros hogares” (Fresco 1940 T 1: 268).

En un discurso en la localidad de Tandil del mes de abril del año 1937, el gobernador explicó la relación entre civilidad y religión  y dijo que “Los pueblos sin fe son pueblos en trance de destrucción. Cuando no se cree en Dios, tampoco se cree en la Patria”. Es por esa razón que había impuesto la “enseñanza de la religión católica, apostólica romana, y espero y deseo que los niños que salgan de esas aulas sean los primeros ciudadanos de la República” (Fresco 1940 T 1: 223).

Según datos oficiales de la gobernación, el noventa y seis por ciento de los padres aceptaron y acompañaron el dictado de cursos de educación cristiana para sus hijos (Fresco 1940 T 1: 300). El resto recibió los cursos de instrucción moral y cívica que fueron incluidos en la reforma.

Es bueno destacar, que la provincia de Buenos Aires no fue la primera y tampoco la única provincia en establecer esta iniciativa y para esa época también Santa Fe, Salta, Corrientes, Córdoba y Catamarca la habían promovido. La decisión del gobernador bonaerense y la de los otros distritos marcaron una tendencia que se retomaría y se profundizaría a nivel nacional con la revolución del año 1943 (Fabián 2020: 149) (Zanatta 2005: 173).

Divulgación de la historia  nacional

“Un pueblo que cuida su historia, es digno y soberano. La atención de un pueblo para con su historia revela el estado de su cultura. El modo de encararla y la conciencia que tiene del pasado, es lo mejor que habla de la vitalidad, de la fecundidad y, por lo mismo, del porvenir de una Nación. Un pueblo que cuida de su historia, cuida de su libertad y de su soberanía y en definitiva del cimiento esencial de su cultura. La preocupación por nuestra historia significa la preocupación por nuestra dignidad y altivez como Nación. La historia no es solamente el pasado. Cada momento de la vida argentina actual está propuesto a nuestra voluntad como reiteración del esfuerzo y del merecimiento”. Manuel Fresco, 18 de noviembre de 1939

El gobernador Fresco fue un activo promotor de la enseñanza de la historia nacional. No adhirió al revisionismo histórico incipiente en los años treinta y su escuela doctrinaria fue más bien la liberal en línea con el Partido Conservador y el Partido Demócrata Nacional.

Durante su mandato se realizaron actos homenaje y se instalaron monumentos a diversas personalidades. Entre ellas, se destacaron las figuras del liberalismo argentino Domingo Sarmiento y de Bartolomé Mitre. Además, Fresco fue un gran admirador y divulgador del ideario de José de San Martín y de Manuel Belgrano.

Sostuvo que

el culto a la memoria de los héroes nacionales es otro postulado de mi gobierno. Durante mi gobierno se han levantado estatuas a los próceres máximos de la epopeya argentina (…) Las canciones que se entonan de preferencia en nuestras escuelas, son las que se escuchan a los soldados de la Nación y a los cadetes de la República. La escuela primaria realiza así, la síntesis del nacionalismo, con fe católica, orientada en el respeto de las tradiciones y en el culto de los héroes” (Fresco 1940 T 2: 176).

  • La enseñanza vocacional y técnica

«Según el criterio de este gobierno, tres o cuatro años bastan para asegurar en el niño el conocimiento de los rudimentos imprescindibles de toda educación. Los dos o tres años restantes serán dedicados a la adquisición de conocimientos técnicos, adaptados a las circunstancias sociales, económicas y naturales de cada zona. En las ciudades se propenderá a la enseñanza de las nociones y manualidades propias de la industria y del comercio: contabilidad, tecnología, mecánica, dactilografía, etc., etc. En la campaña, infundiremos preferentemente la práctica en las artes rurales. Con respecto a la mujer, especializaremos su orientación en la puericultura, las labores caseras, corte y confección, apicultura y las demás formas de actividad que son específicas del genio femenino». Roberto Noble, 24 de diciembre de 1936

Tal cual ya comentamos, Manuel Fresco fomentó la formación técnica ya desde el ciclo primario con los cursos de pre-aprendizaje.

Desde la Comisión de Reforma Educativa habían propuesto una “instrucción práctica y una formación espiritual a tono con nuestras tradiciones y vida nacional”. Justificaban la necesidad de potenciar la formación técnica en que “las fabricas se multiplican en nuestro prodigo territorio; se reclama el calificado y hay que buscarlo en el extranjero; los salarios son cada vez más razonables; el gobierno actual atiene a mejorar las condiciones materiales y morales del trabajador (…) y mientras esta evolución se opera en la vida del trabajo y del obrero manual, las profesiones liberales sufren las consecuencias de la crisis producida por la fácil conquista del título y de la deliberada competencia” (Vitullo 1941: 126).

El gobernador remarcó que se proponía remplazar la “educación enciclopedista, difícilmente comprendida, de los viejos programas escolares”. En su lugar,había que fomentar una

enseñanza vocacional, que logre despertar en los niños, en los jóvenes y en los maestros junto al sentimiento nacional, la vocación por el desarrollo de las faenas agrícolas y del campo, donde está la riqueza máxima de nuestra tierra. Procuraremos alejar de las ciudades a los niños de la provincia para repoblar los campos”.

Manuel Fresco hizo mucho hincapié en la importancia de promover la radicación de jóvenes en las zonas rurales. La escuela tipo agrícola les permitió a los estudiantes adquirir capacidades propias de la faena, favoreciendo que los jóvenes se queden a vivir en el campo.

Según Jorge Arizaga, con el impulso a la formación agropecuaria

«Indirectamente se contribuirá también a la solución de un problema de graves consecuencias, cual es el desequilibrio que tiende a ser cada vez mayor entre la población de las ciudades y de los campos: las escuelas regionales y rurales realizadas en la concepción de la Reforma, harán del niño un factor de progreso para las actividades de nuestros campos, ruralizando la enseñanza desde el pueblo a la urbe y reaccionando contra el pseudo-intelectualismo que anula al hombre de trabajo. Se elevará así el concepto deprimente de las labores, oficios y artes manuales y se disminuirá el influjo hacia las carreras liberales que obstaculizan, lejos de favorecer, el progreso individual y social, por falta de idoneidad y excesiva competencia: porque nuestro país y nuestra Provincia, esencialmente agropecuarios e industriales en un futuro cercano, reclaman el trabajo perfeccionado del obrero argentino» (Vitullo 1941: 128).

Fresco proponía una educación práctica y alejar a los “maestros y educandos del enciclopedismo y de la erudición libresca aligerando a la provincia de la pesada carga de profesionales intelectuales que no encuentran oficio ni oportunidad para aplicar sus conocimientos. Aspiramos a orientar la enseñanza de la provincia hacia una educación práctica y vocacional, a la vez que idealista y ética, que siguiendo las inclinaciones, los medios y las aptitudes del escolar, pueda ser útil a su familia, a la sociedad en que actúa y al Estado. Los planes y programas de la reforma educacional se aplican ya en una cantidad importante de establecimientos. Hemos inaugurado también escuelas rurales y profesionales” (Fresco 1940 T 1: 402-403).

Durante la etapa se implementaron obras de ampliación y/o renovación en las escuelas de “Fruticultura Osvaldo Magnasco” de Dolores y en la “Nicanor Ezeyza” de coronel Vidal (Recalde b). En el Instituto Gambier de La Plata se enseñaban saberes para las labores agrícolas ganaderas y los oficios. Se crearon y/o modernizaron la Escuela Granja Bernardino Rivadavia de La Plata y la Escuela de artesanos Sarmiento de San Pedro, entre otros establecimientos técnicos orientados a enseñar oficios (Cuatro Años de Gobierno 1940 VI: 229-253).

Se crearon chacras experimentales agrícolas del sudeste (cultivo de papas), del oeste (forrajes) y del Delta de Paraná. Tenían a cargo tareas científicas, de asesoramiento para la comercialización y el fomento a la producción de nuevas semillas y el mejoramiento de los cultivos. Las capacitaciones las dictaban agrónomos y expertos. El gobernador puntualizó que tenían la función de

facilitar la enseñanza y el estudio a los jóvenes ex alumnos de la escuela primaria rural, e impedir que por falta de institutos especializados que los recojan, deambulen por las calles. Queremos que los muchachos de más de 14 años tengan la oportunidad de instruirse en cuestiones prácticas y útiles a sus hogares. Las chacras experimentales cumplirán la función esencial de instruir al campesino y de elevar los rendimientos en cantidad y clase para resolver el problema económico de la mejor producción y de la concurrencia a los mercados, sirviendo así las justas aspiraciones de los agricultores que consagran sus afanes al bienestar de la familia y del país” (Fresco 1940 T 1: 87).

A los jóvenes de zonas urbanas se les facilitaría la formación técnica necesaria para ser artesanos y obreros manufactureros. A los estudiantes ubicados en las costas del mar se les daría la enseñanza necesaria para que y en palabras de Fresco, sean “buenos marinos en las naves de la Patria, hábiles pescadores u obreros con nociones elementales para la elaboración de las industrias que nacen, viven y se desarrollan a expensas del mar”  (Fresco 1940 T 1: 179-182).

  • Educación física obligatoria en las escuelas

La provincia de Buenos Aires fue pionera en proyectar oficialmente la educación física en las escuelas de la Argentina. Manuel Fresco sostuvo que “Con respecto a la cultura física, el gobierno ha debido realizar un esfuerzo que deseo destacar especialmente por su significado dentro de la educación integral. Alimentación, cultura física y espiritual son conceptos correlativos que se complementan en la formación del hombre. Prescindir de algunos de ellos, significa desintegrar la unidad psicofísica del individuo, alterando el equilibrio del tipo humano” (Fresco 1940 T 1: 355).

Con este fin la gobernación sancionó el decreto 229 del 21 de julio de 1936 y posteriormente lo ratificó con la ley 4653. La iniciativa creó la Dirección de Educación Física y Cultura y organizó 110 distrititos de Educación Física y Cultura ubicados en cada ciudad cabecera de partido.

Entre los considerandos para su promoción, se estableció que la provincia tenía 350.000  niños a capacitar y solamente 

siete   maestros  especializados (…) Que  no  obstante la  buena voluntad de  esos  maestros, la enseñanza pública ha descuidado, como lo demuestra  en  un  considerando anterior,  un  auxiliar importantísimo  para la  educación  integral,  cual es  la  cultura   física; Que  la enseñanza y la práctica de  una  gimnasia  metódica y  racional, completada con  los  juegos al  aire  libre, dejan  huellas en el  desarrollo del conjunto    de  las   aptitudes   biológicas  que deben ser estimuladas y  aprovechadas  por  la  escuela en  la  edad precisamente en que se imprime a los jóvenes normas y  orientaciones  morales y espirituales; Que la educación  física no puede ser  un agente aislado en el proceso cognitivo del niño, sino que debe formar parte de la enseñanza en su triple aspecto moral,  intelectual y físico”.

Tal cual mencionamos, la norma creó la Dirección General de Educación Física y Cultura que tenía entre sus funciones una amplia gama de cuestiones deportivas como el “Dictado  de  clases  prácticas de ejercicios  físicos a niños y jóvenes que se  inscriban en  el  estadio,  aplicando   los  métodos  racionales científicamente  reconocidos.  Difundir la  afición a los juegos  y  ejercicios al  aire  libre, como también  todas las prácticas que se  relacionan con  la   educación física, moral e intelectual. Organizar concentraciones y   exhibiciones  gimnásticas  como asimismo  concursos  atléticos y deportivos.

Adquirió importantes funciones sociales como la de

Desarrollar  la  obra  social  en  la  escuela   primaria  en  todo  aquello   que su   asociación    cooperadora  no  alcance    a  satisfacer:  comedores  escolares,  cuerpo odontológico, cuerpo médico, distribución   de ropa y calzado,   etc.  Hacer  del  estadio un  centro  de educación social y un lugar de habitual predilección para niños y  jóvenes,  procurando extender su influencia a los hogares y  vinculando  los  padres a la obra que se realiza como medio eficaz para  consagrar  los   altos destinos de la enseñanza escolar”.

La Dirección fue creada con objetivos culturales y nacionalistas, entre los que se destacaron el de

Elevar  el  nivel social de  los  habitantes por medio de actos  culturales, conferencias o conversaciones de divulgación científica con el auxilio de  maestros y de  otras personas capacitadas. Intensificar el sentimiento nacionalista exaltando las  tradiciones de   la  patria, cultivando la   fe en sus  grandes destinos, divulgando la  vida ejemplar de sus héroes, infundiendo el respeto a sus emblemas e instituciones fundamentales y afirmando el concepto de la  unidad moral y jurídica de la nación. Cooperar    en  la   celebración de  las  grandes  fiestas de  la  patria. Asegurar y prolongar la acción   educadora,   de  la  escuela   en  un   ambiente de  franca  cordialidad y de  cultura   social. Perfeccionar  y  aumentar los conocimientos adquiridos en  la  escuela primaria con cursos complementarios y profesionales. Crear, propulsar y sostener bibliotecas populares”.

La Dirección también adquirió funciones sanitarias, entre las que estaban las de «Propender a la organización de un gabinete de antropometría como elemento clasificador  de aptitudes para  seguir  las alternativas de la salud y  del  desarrollo  físico de los niños y jóvenes”.

La ley 4653 detalló que el Ministerio de Obras Públicas con la colaboración de las municipalidades y con el asesoramiento de la Dirección General de  Educación Física y Cultura, construiría locales y campos de deportes. La norma puntualizó que los establecimientos tenían que estar dotados de una plaza modelo de  juego  y  de  ejercicios  con  canchas de  football, basketball,  pelota al  cesto,  pelota voladora, pista para carreras, saltómetros, polígonos de  tiro e  instalaciones para atletismo. Además, dispondrían de pileta de natación, comedores escolares, locales para bibliotecas y salas de lectura, sala de  representaciones teatrales,  conferencias,  coros y música.  Se detalló que dispondrían de aulas para la enseñanza de materias especiales (dibujo, taquigrafía, mecanografía, etc.), para encuentros del Club  de niños y juegos instructivos de salón (ajedrez y damas), baños, vestuarios y sala médico-odontológica. En cuatro años la provincia construyó un número muy importante de campos de deporte en diversas municipalidades (Recalde 2025).

Entre los años 1936 y 1940 se dictaron un sinnúmero de clases prácticas, juegos y se organizaron exhibiciones de diversa índole. Según fuentes oficiales, solamente entre los años 1937 y 1938 se realizaron 373 torneos deportivos infantiles en los 110 distritos de la provincia. Los encuentros organizados por la provincia fueron oficializados por las federaciones de tenis, natación, básquet, ciclismo, atletismo y box y movilizaron a más de 13 mil participantes.

Durante la etapa se implementó una activa política de colonias de vacaciones para estudiantes, promoviendo el turismo social y el deporte en distintas localidades de la provincia (2023).

  • Comedores escolares

“El gobierno se preocupará además de alimentar a la infancia mal nutrida que concurre a la escuela sin contar con los elementos necesarios para su salud física y su desarrollo. Organizaremos, bajo el control del Estado, los comedores escolares para los hijos de los pobres de la provincia”. Manuel Fresco, 15 de noviembre de 1936

El gobierno creó la Dirección General de Comedores Escolares e instaló en cuatro años 53 de estos espacios en diversos establecimientos de la provincia.

En la apertura del Congreso de Higiene Escolar del día 18 de noviembre del año 1937, Fresco sostuvo que “Se ha creado la Dirección General de Comedores Escolares para subvenir a la alimentación de los escolares en Buenos Aires y que, por razones de tipo alimentación, se desarrollan en forma precaria. El cuidado de la niñez desvalida, en su doble aspecto moral y físico, es para mí algo más que un deber de gobernante: es una perentoria obligación de humanidad y patriotismo que he de cumplir con fervor y con verdadera pasión, pues en el cuidado de las legiones infantiles radica el porvenir y el destino de los pueblos civilizados de la tierra (Fresco 1940 T 1: 369).

Además de comedores escolares, la provincia expandió los servicios de la copa de leche, la miga de pan, el desayuno y la merienda. Los servicios fueron sostenidos por las cooperadoras escolares, las Municipalidades, las Comisiones de Vecinos y por las Asociaciones de Fomento.

  • Ley de Escalafón docente

“La Ley de Escalafón y Estabilidad que vosotros elogiáis, no sólo satisface viejos y legítimos anhelos del Magisterio, sino que ella fue concebida y estructurada para remediar males que de antiguo aquejaban a la escuela y que eran una consecuencia, directa o indirecta, de la inestabilidad, del precario estímulo y de la escasa remuneración en que vivían los maestros del primer Estado argentino”. Manuel Fresco, 19 de octubre de 1938

Manuel Fresco impulsó la Ley de Escalafón 4675/38. Organizó un importante acto con motivo de su sanción y promulgación en el Teatro Argentino de la ciudad de La Plata. Allí el gobernador remarcó la importante inversión que hizo el gobierno en infraestructura y en la designación de maestros. Fresco destacó que habiendo resuelto la etapa “previa y urgente” del sistema educativo, había llegado el momento de sancionar el escalafón y la estabilidad “respondiendo así a un anhelo ferviente del Magisterio provincial (…) Un escalafón que contemple no solamente la situación del maestro, sino también la del niño, base y esencia de la escuela primaria”. 

La propuesta era un vehículo para garantizar la estabilidad del Magisterio. Garantizaba el ascenso de los trabajadores de la educación “mejor dotados” auspiciando su “progresivo desenvolvimiento (…) el niño encontrará en ella el ambiente adecuado y las condiciones más propicias para su instrucción” (Fresco 1938-d: 61).

La ley tenía 44 artículos. Reguló los grados jerárquicos, las escalas de sueldos, la Carrera docente y las promociones y ascensos. Organizó juntas de calificaciones y jurados de los concursos que serían públicos. Se normó la estabilidad y el régimen de disciplina.

Durante la etapa se produjo un aumento de inversión educativa, destacándose la destinada a infraestructura en edificios escolares, deportivos y de esparcimiento. A partir del año 1939 se destinaron nuevos recursos para poder financiar el Escalafón y los establecimientos de la educación especial de sordomudos, entre otros destinos (Bejar 1997: 109).

Desde 1938 el gobierno contempló en el presupuesto nuevos fondos para financiar las licencias por maternidad.

La recepción del sindicalismo

La iniciativa de Escalafón formó parte de una novedosa y activa política laboral integral de la gobernación que fue fortalecida por el flamante Departamento Provincial de Trabajo creado por la ley 4548. Bajo su amparo, durante la etapa dentro de dicho organismo se firmaron alrededor de 300 Convenios Colectivos de Trabajo (Senén y Bosoer 2012: 118) (Cuatro Años de Gobierno 1940, VIII: 138 y 166).

La Asociación de Maestros, principal sindicato de la época, acompañó la ley de Escalafón y el conjunto de las reformas educativas (Bejar 2005: 149).

Durante su gobernación, Manuel Fresco promovió el desenvolvimiento del sindicalismo católico. En la etapa se creó la Federación de Maestros y Profesores Católicos unificando organizaciones anteriormente creadas por Monseñor De Andrea y por Roberto José Tavella, arzobispo de Salta e impulsor de la Universidad Católica de esa provincia. Fresco reivindicó la tarea de la Corporación Nacionalista de Maestros. Estas y otras agrupaciones apoyaron activamente la reforma educativa (Fresco 1940 T 2: 183) (Miranda 2013: 147) (Fabián 2023: 54).

  • Lucha contra el analfabetismo y la deserción escolar

En el mes de junio del año 1937 la Comisión de Reforma Educativa publicó un documento detallando que solamente el 6% de los estudiantes de primaria continuaba la educación secundaria.

Según fuentes oficiales de la época, de cada 100 jóvenes ingresantes del primer nivel, pasaban a segundo año el 47%, a tercero el 33%, a cuarto el 22%, a quinto el 13% y a sexto el 9%. Con estos datos, Fresco remarcó el hecho de que la alta deserción “equivale al analfabetismo o la ignorancia parcial” (Fresco 1940 T 1: 176).

Para enfrentar este desafío, la gobernación creó 1000 cargos docentes nuevos y construyó una moderna infraestructura escolar a toda la provincia.

  • Construcción de escuelas

Durante cuatro años la gobernación bonaerense construyó 101 nuevos edificios escolares.

Año de terminaciónCantidad
19369
19377
193855
1939-4030

Se realizaron 22 ampliaciones y refecciones generales. Se ejecutaron reparaciones menores en 832 escuelas. Los 123 edificios en obra sumaban 438 nuevas aulas (Cuatro Años de Gobierno 1940 VII: 10).

  1. Políticas culturales de la gobernación bonaerense

“Mi gobierno es argentino, de soluciones argentinas, y para problemas argentinos”. Manuel Fresco

  1. Creación de Radio Provincia

Por intermedio del Decreto 51 del 27 de marzo del año 1936 se fundó el Servicio de radiodifusión y broadcasting de la Provincia de Buenos Aires. Tenía dependencia del Ministerio de Gobierno.

Entre los considerandos de la norma Fresco remarcó que “se trata del más directo y vasto medio moderno de comunicación entre el Estado y los individuos”.

El gobernador mencionó que la radiodifusión era un recurso fundamental para la educación del pueblo permitiendo difundir programas artísticos y de carácter docente. La iniciativa adquiría importancia fundamental teniendo en cuenta la población analfabeta y la gran dimensión territorial de la Provincia, siendo la radio un instrumento estratégico de comunicación de las políticas de Estado.

El Servicio de Radiodifusión y Broadcasting de la Provincia de Buenos Aires se conformó con los recursos materiales y humanos de la ex LS 11 Radio Telégrafo.

La flamante LS 11 Radio Provincia de Buenos Aires tenía a cargo la organización de transmisiones provinciales e interprovinciales. Según definió el Decreto 51 de creación, su información sería difundida en “todas las Reparticiones del Estado Provincial y en especial las referentes al servicio policial y a la enseñanza pública”.

La radio tenía la responsabilidad de crear un programa de transmisiones de interés general con amplio carácter cultural.

La administración y los estudios se instalaron en el Edificio Lago ubicado en el Paseo del Bosque en La Plata y que fue modernizado para cumplir con esta tarea. Tenía una discoteca de 15.000 discos y un laboratorio. La provincia adquirió elementos de movilidad para transmitir los actos oficiales. La radio tenía una planta generadora de electricidad propia. (Cuatro Años de Gobierno 1940 VI: 178-185).  

  • Instituto Provincial de Arte

Por intermedio de un Decreto, el día 8 de julio de 1937 Manuel Fresco creó el Instituto Provincial de Arte. El mismo fue ratificado luego por la ley 4653.

El  organismo  era dirigido por el Ministro de Gobierno y lo asistía un  prestigioso Consejo Consultivo con figuras de la Justicia, de la política y del arte como el pintor Jorge Beristayn.

El gobernador nombró como Secretario del Instituto al músico y polifacético pensador Juan F. Giacobbe.

Teatro Argentino de la Plata

Entre las funciones centrales del Instituto estaban las de Ejercer el gobierno y la   superintendencia  artística y administrativa del Teatro  Argentino de La Plata. En los considerandos de la norma se puntualizó que el sistema de concesiones privadas no era eficiente y que no había cumplido sus propósitos ineludibles para una institución de tan alta calidad y exigencia artística.

En decreto de creación se mencionó como “necesario  proveer  al  Teatro de  una  dirección técnica eficiente y además de proporcionar espectáculos accidentales o contratados ad-hoc,  propender  a  la  creación  de ambientes y núcleos propios de formación artística en la Provincia, suscitando la organización de escuelas  de teatro; masas corales,  cuerpos estables, etc., que aseguren el mantenimiento de conjuntos  artísticos independientes, que han de permitir, por otra parte, la realización de  espectáculos  de  la  misma calidad  en  las diversas localidades provinciales”.      

Durante la etapa, la gobernación reparó y modernizó las instalaciones del Teatro Argentino haciendo una importante inversión en infraestructura (Recalde 2025).

Políticas culturales

El Instituto tenía entre sus funciones la de formar cuerpos orquestales y artísticos    propios con  carácter  permanente, la de organizar giras de carácter cultural, adoptar providencias  para  el fomento  de  la producción literaria  y artística instituyendo becas y subvenciones. Controlaría el desenvolvimiento de las instituciones de cultura    subvencionadas  por el Gobierno. Coordinaba la tarea de la Comisión Provincial de Bellas Artes, del Archivo Histórico y del Museo Colonial e Histórico de Luján.                              

El Instituto Provincial de Arte estaba facultado para propender a la creación  de escuelas de teatro, arte lírico, folklórico y dramático.

Desde el Instituto Giacobbe promovió la profesionalización de las primeras Escuelas de Folklore, de Teatro, de Coro y Morfología Coral y de Dirección Orquestal y Coro del país (Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires 1968).

Participó activamente de la reforma educativa de la provincia donde propuso

El niño saldrá pues de la escuela con los siguientes conocimientos estéticos: estudio intenso del dibujo; conocimientos elementales de solfeo, teoría y acústica; práctica coral desde la homofonía a la trifonía y dela técnica coral a tres voces unitónica y modulante; tendrá además la iniciación aplicada de la música a los siguientes conocimientos: a la verdad religiosa por el conocimiento práctico de la misa en canto gregoriano; el conocimiento geográfico de la patria aplicado a las divisiones folklóricas y a su esencia, aprendiendo prácticamente las danzas representativas de cada región; la iniciación a la vida militar con el sentido disciplinario de la ritmología y estudio de los toque militares y la iniciación a la selección auditiva orientándolo hacia la estimación estética de los diferentes medios expresivos mecánicos como la radio y el cine; adquirirá por último el sentido ordinal de la unidad de las masas populares con el teatro coral activo” (Giacobbe 1938).

En tan solo dos años, el Instituto organizó un importante número de actividades en el Teatro Argentino, entre ellas una ópera de Puccini, varios Conciertos Sinfónicos, obras teatrales y conciertos para piano.

En el año 1937 la provincia creó el Salón de Arte de Buenos Aires dentro del Museo Provincial de Bellas Artes, favoreciendo la creación de muestras de diferentes artistas. La gobernación buscó  instalar a la Ciudad de La Plata como centro cultural. En paralelo, las exposiciones retrataron paisajes rurales y serranos de la geografía pampeana y de diversos lugares de la Provincia promoviendo la federalización de la cultura (Suasnábar 2021: 17-20).

Premios estímulo

El Instituto tenía entre sus funciones el cumplimiento de la ley 4471/36. Esta última norma creó ocho premios estímulo “para las obras de índole literaria y científica que se publiquen en la Provincia de Buenos Aires”. Se otorgaría dinero a las “mejores obras en verso y obras de imaginación en prosa, historia y ciencias jurídicas y sociales, ciencias matemáticas y físiconaturales, medicina y ciencias aplicadas”.

Los autores tenían que tener una residencia de al menos cinco años en la Provincia.

Se constituyó un jurado de cinco miembros nombrados por el Poder Ejecutivo, por la Dirección General de Escuelas, por la Agrupación Bases de la Provincia de Buenos Aires, por el Círculo de Periodistas de la Provincia y otro por los autores concurrentes. Se conformó además un jurado extraordinario integrado por profesores universitarios y por un representante de la Sociedad Científica Argentina.

Tras el certamen, la Biblioteca Legislativa conformaría una sección en uno de los salones de su dependencia denominado “Biblioteca de Autores Provinciales”. Los premios se entregaron los días 19 de noviembre de cada año.


[1] Manuel Fresco destacó que «La Fundación Argentina ha cumplido su jornada inicial, la primera etapa de su camino. Vamos a marchar juntos, maestros y alumnos, para realizar nuestro destino y señalemos desde hoy la aspiración grande del gobierno para que la educación enciclopedista, difícilmente comprendida, de los viejos programas escolares, se transforme en enseñanza vocacional, que logre despertar en los niños, en los jóvenes y en los maestros junto al sentimiento nacional, la vocación por el desarrollo de las faenas agrícolas y del campo, donde está la riqueza máxima de nuestra tierra» (Vitullo 1941: 123).

Bibliografía citada

  • Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires (1968) Presentación del nuevo Académico JUAN FRANCISCO GIACOBBE por el Dr. Ramón Torres, Extraído de https://www.juanfranciscogiacobbe.com/# (última consulta julio 2025)
  • Bejar María Dolores (1997) El gobierno de Manuel fresco. Entre la justicia social y el fraude patriótico, Cuadernos del CISH, FHyCE-UNLP, Buenos Aires.

(2005) El régimen fraudulento, Siglo XXI, CABA.

  • Bisso Andrés (2011) La Revista de Educación bonaerense durante el período de gobierno de Manuel A. Fresco (1936–1940). Acerca de los “usos del pasado” en los discursos y las prácticas escolares, Memoria Académica, FHyCE UNLP.
  • Cuatro Años de Gobierno (1940) Policía, trafico, comisión de  aviación, telégrafo, redifusión, registro general y censo permanente, protección a la infancia, Provincia de Buenos Aires, volumen VI.

                        (1940)  Escuelas, colonias de vacaciones, educación física y cultura, Provincia de Buenos Aires, volumen VII.

(1940) Hacienda, leyes, Departamento de Trabajo, Provincia de Buenos Aires, volumen VIII.

  • Dirección Provincial de Escuelas (1938) Circular n.° 8, La Plata, marzo 28 de 1938.
  • Fabián Jorge Luis (2020) Algunas tensiones del sistema educativo argentino a partir de las relaciones entre el gobierno y la Iglesia católica en el período 1943-1950, Épocas Revista de Historia. FHGT-USAL, Buenos Aires, N 20.

(2023) La recuperación del espacio educativo por parte de la Iglesia católica durante el período 1930-1946, Revista Temas de historia argentina y americana Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires, vol. 2.

  • Fresco Manuel (1937 –d) El gobierno del Dr. Fresco y la Universidad de La Plata, Fascículo VIII, Taller de impresiones oficiales, La Plata.

(1938 – d) Habla el gobernador de Buenos Aires, Ley de estabilidad y escalafón del Magisterio, Cuatro discursos del primer mandatario de la Provincia Dr. Manuel Fresco, MIMEO.

 (1940) Conversando con el Pueblo, compilado por Luis Balesta, Buenos Aires. T 1 y 2. 

  • Ferro Judith (1939) La enseñanza religiosa y la reforma educacional, Revista de Educación, Dirección Provincial de Escuelas, Buenos Aires, V 79.
  • Giacobbe Juan Francisco (1938) La estética y el niño, Disertación pronunciada por, los días 8 y 9 de febrero, en los Cursos de Perfeccionamiento de Maestros de la Reforma Educacional de la Provincia de Buenos Aires, Mar del Plata. Extraído de http://www.juanfranciscogiacobbe.com/ACTIVIDAD-INSTITUCIONAL/estetica-y-el-nino.html (última consulta julio 2025).
  • La Enseñanza Religiosa en las escuelas de la provincia de Buenos Aires (1937)  Fundamentos aducidos por el gobierno del doctor Manuel A. Fresco para implantarla en cumplimiento de una cláusula constitucional. Los principios de la moral cristiana, Segunda Edición, Publicación Oficial, La Plata.
  • Miranda Lida (2011) Monseñor Miguel De Andrea, Edhadsa, CABA.
  • Recalde Aritz (2023) Políticas de promoción y de protección de la Infancia de la gobernación bonaerense de Manuel Fresco 1936-1940, Investigación en Movimiento.

(2023 b) Políticas agrarias de la gobernación bonaerense de Manuel Fresco 1936-1940, Investigación en Movimiento.

(2025) La Obra pública en la gobernación de Manuel Fresco, EDUNLA, Buenos Aires.

  • Rodríguez L. G. y Petitti (2017) Estado, política y educación en la provincia de Buenos Aires: trayectorias de los directores generales y ministros (1875-2015), Anuario de Historia de la Educación, V 18 N 1, CABA.
  • Senén G. y Bosoer F. (2012) La lucha continúa, 200 años de historia sindical en la Argentina, Vergara, CABA.
  • Suasnábar Guadalupe (2021) La Comisión Provincial de Bellas Artes: un proyecto artístico para la Provincia de Buenos Aires, 1932-1943, CAIANA N 18, Buenos Aires.
  • Vitullo Alberto (1941) Estatismo de la Hora,  Guillermo Kraft, Buenos Aires.
  • Zanatta Loris (2005) Del Estado liberal a la Nación Católica, UNG, Buenos Aires.

Aritz Recalde

Sociólogo, Doctor en Comunicación. Docente-investigador y Director del Departamento de Humanidades y Artes de la UNLa.

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