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La economía bonaerense durante la gobernación de Eduardo Duhalde

El 8 de septiembre de 1991 el Frente Justicialista Federal (FREJUFE) integrado por la Liga Federal, la Liga Bonaerense (LIBEPO), el Partido Intransigente, el Partido Demócrata Cristiano y con la participación de la CGT Azopardo, triunfó en las urnas. EL FREJUFE obtuvo el 46,26% de los votos y prácticamente duplicó a la fórmula de la UCR que alcanzó el 23,53%. Con ese triunfo Eduardo Duhalde y Rafael Romá asumieron su primer mandato.

1- El contexto económico nacional de la Gobernación

De la hiperinflación a la Convertibilidad

El gobernador Duhalde recibió una situación económica sumamente deteriorada, que era el resultado de las políticas nacionales inauguradas en el año 1976 y del fracaso del proyecto de desarrollo de Raúl Alfonsín.

En el año 1989 se produjo una corrida especulativa contra la moneda (Austral). El marco político tampoco era fácil para el mandatario radical, quién recibió presiones de sectores del empresariado industrial y agropecuario y del sindicalismo.

En ese contexto de inestabilidad política y económica, el gobierno aplicó medidas de control del mercado cambiario que no funcionaron. Se profundizó la fuga de capitales, se amplió la brecha cambiaria y los precios aumentaron sumergiendo a la economía en una dramática hiperinflación. Entre los meses de marzo y de mayo cambiaron tres ministros de economía (Sourrouille, Pugliese y Rodríguez). Se implementaron restricciones al retiro de dinero de las cuentas y nuevos controles al tipo de cambio que tampoco tuvieron éxito. En el año 1989 la inflación minorista alcanzó la exorbitante cifra de 4923%.

Como resultado del desastre macroeconómico se produjo una profunda crisis social en la provincia de Buenos Aires, que fue asumida por el entonces gobernador Antonio Cafiero quién aplicó diversos programas de contención y de apoyo alimentario y sanitario (Recalde 2020).

En el año 1989 la participación de los trabajadores en el ingresó nacional se derrumbó al 20%, cuando en 1988 era del 27% y en 1974 del 43%.  

La deuda pública creció exponencialmente y la economía profundizó la recesión cayendo el PBI -4,4% en 1989, luego del anterior derrumbe del -3% de 1988. En el marco de la hiperinflación, se desplomó la actividad industrial, se perdieron recursos de la Tesorería y disminuyeron las reservas del Banco Central.

La crisis económica agudizó la debilidad política del gobierno de la UCR que adelantó el paso de mando y el 8 de julio asumieron Carlos Menem y su vicepresidente y futuro gobernador de Buenos Aires Eduardo Duhalde. En la cartera económica nacional se designó a Miguel Ángel Roig del grupo Bunge Born. La muerte repentina de éste último derivó en la designación de un miembro de la misma empresa, Néstor Mario Rapanelli, quién duró poco frente a un nuevo pico hiperinflacionario del mes de diciembre de 1989.

Carlos Menem impulsó las leyes de Emergencia Económica y de Reforma del Estado y se inició un acelerado proceso de privatizaciones y de desregulación de la actividad económica. Rapanelli fue remplazado por Antonio Erman González quien proyectó las metas del superávit fiscal, del balance comercial y de la recomposición de las reservas. El ministro le dio impulso al discurso privatizador y aplicó una nueva renegociación de deuda (Plan Bonex).

Domingo Cavallo ocupó el lugar de González y promovió el Plan de Convertibilidad. En el mes de marzo del año 1991 el Congreso de La Nación sancionó la ley 23.928 que estableció “Declárase la convertibilidad del Austral con el Dólar de los Estados Unidos de América a partir del 1º de abril de 1991, a una relación de DIEZ MIL AUSTRALES (A 10.000) por cada DÓLAR”. La norma fijó que “En todo momento, las reservas de libre disponibilidad del BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA en oro y divisas extranjeras, serán equivalentes a por lo menos el CIENTO POR CIENTO (100 %) de la base monetaria”.

La reforma consiguió detener el aumento de precios y las perspectivas de crisis hiperinflacionarias. La estabilidad vino aparejada de una etapa de crecimiento económico auspiciada por la recuperación del consumo interno, por la reactivación de la capacidad ociosa de la industria y por la llegada de capitales extranjeros. Acompañaron el proceso la mejora del crédito interno y la reducción de las tasas de interés,  entre otros factores.

Para bajar el déficit fiscal producido desde el año 1994, el gobierno nacional aumentó el IVA al 21% y tomó crédito externo lo que llevó a aumentar el volumen de los intereses de la deuda un 230% entre 1993 y 1999. En el mismo periodo la deuda pública total pasó de 69.627 millones de dólares a 121.777 millones. La privatización del sistema previsional aumentó aún más la deuda pública, que se cubrió con bonos comprados a las mismas Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones recientemente creadas (Rapaport 2007).

La situación de la industria en la provincia de Buenos Aires

Eduardo Duhalde tuvo que enfrentar el resultante de un ciclo económico recesivo que desde la dictadura de 1976 venía produciendo el cierre de empresas y la concentración y extranjerización de algunas actividades y ramas industriales. 

En la provincia de Buenos Aires el proceso económico alfonsinista llevó al cierre de comercios y de PyMES y a la caída de la actividad industrial. A fines de los años ochenta, la participación de la industria manufacturera bonaerense en la Argentina redujo su nivel de importancia. Había en funcionamiento alrededor de 36.600 establecimientos industriales que representaban el 37% del total nacional y que estaban centrados en metales, maquinarias, textiles y alimentos (Rougier 2014: 140-141).

Las privatizaciones de empresas nacionales promovidas por Carlos Menem tuvieron un considerable impacto negativo en el empleo bonaerense. Fueron despedidos miles de trabajadores ferroviarios, de YPF, de SOMISA y del Complejo Petroquímico de Bahía Blanca, entre otros.

El Estado Federal traspasó parte de los servicios ferroviarios a Buenos Aires. La Nación transfirió el astillero Río Santiago de la localidad de Ensenada, que fue mantenido en la esfera estatal.

En el año 1997 el gobierno provincial privatizó la Empresa Social de Energía de Buenos Aires S.A.  (Ley 11.771/96).

Durante los años noventa la industria bonaerense concentró sus actividades en las ramas química y petroquímica, los complejos automotrices, la producción de alimentos y las destilerías de petróleo. Estas actividades agrupaban el 54% del valor de la producción y el 38% del empleo provincial.

Entre 1990 y 1994 la inversión extranjera se orientó, inicialmente, a las privatizaciones de servicios públicos y desde 1995 se destinó a la actividad manufacturera. Entre 1995 y 1998 se realizaron 5360 inversiones y fueron a la industria manufacturera en un 52,7%; al transporte, comercio y hotelería en un 17,8%; al almacenamiento y comercio en un 15%; a la construcción un 5% y a la explotación de minas y canteras un 1,1%. La creación del MERCOSUR facilitó las exportaciones bonaerenses y auspició la inversión extranjera (Rougier 2014: 141) (Guadagni 1999).  Según datos presentados por el Gobernador Duhalde, entre 1991 y 1999 invirtieron en la provincia 32 mil millones de dólares provenientes del exterior (Duhalde 1999 b).

La situación agropecuaria provincial

El gobierno de la dictadura de 1976 desarticuló muchas de las regulaciones públicas del mundo agropecuario. En el año 1980 se clausuró el Consejo Agrario Nacional que tenía funciones de colonización. También se derogó la Ley de Arrendamientos y Aparcerías de 1948. La dinámica de desarrollo agropecuaria fue orientada a las demandas del mercado mundial. La política pública tuvo una creciente intervención por parte de la SRA, CARBAP y CRA.

En las décadas del setenta y ochenta se produjo un incremento de la superficie sembrada y de los volúmenes de producción y de exportación bonaerense. Aumentaron los cultivos de la soja y se incrementaron las áreas abocadas al trigo y el girasol. El maíz, el centeno y la cebada tuvieron una dinámica decreciente (Balsa 2014: 168).

El gobierno de Alfonsín había impulsado el Programa Nacional Agropecuario, que tenía como finalidad aumentar la producción exportable y abrir el debate sobre posibles regulaciones de los arriendos y acerca de programas de colonización. Durante la etapa circuló un proyecto de impuesto a la tierra libre de mejoras. Ninguna de estas medidas consiguieron concretarse (Balsa 2014: 169).

Menem aplicó una política tendiente a desregular la actividad y el mandatario disolvió la Junta Nacional de Granos y la Junta Nacional de Carnes, entre otros organismos[1]. Tal decisión perjudicó a los pequeños productores y la Federación Agraria impulsó reclamos y protagonizó una marcha a Plaza de Mayo en el año 1993.

El entonces Secretario de Agricultura, Pesca y Alimentación de La Nación, Felipe Solá, sancionó la Resolución  167/1996  que habilitó la introducción de la soja trangenica (Roundup Ready). Junto a los nuevos paquetes tecnológicos, se favoreció el aumento exponencial de los rindes y el crecimiento de la superficie sembrada. Luego de una década, la Argentina se convirtió en el tercer país productor sojero del mundo con una participación del 20%, luego de los EUA (37%) y de Brasil (25%). El país se trasformó  en el principal exportador de harina y de aceite derivados. El destino de nuestras exportaciones se orientó inicialmente a la Unión Europea (1989-1999) y paulatinamente fue creciendo el mercado chino que a partir de 2004 se convirtió en el principal importador mundial de grano (63%) y de aceite de soja (15%) (INTA 2009).  

2- La economía bonaerense durante 1991 y 1999

A- La situación económica general: crecimiento de la actividad y de las exportaciones

En el mensaje a la Asamblea Legislativa de 1999 Duhalde destacó que el “Producto Bruto Interno provincial creció en 1998 el 5 por ciento, un punto por encima del PBI nacional. La riqueza producida por los bonaerenses aumentó un 44 por ciento, desde 1992 a la fecha” (Duhalde 1999). Los años de mayor desempeño económico fueron 1993, 1994 y 1997. Las crisis internacionales de México de 1995, del Sudeste Asiático de 1996, de Rusia en 1998 y de Brasil en 1999 generaron serios inconvenientes a la economía nacional y bonaerense (Dirección Provincial de Estadística 2005).

En el año 1999 Duhalde puntualizó que “Nuestras exportaciones aumentaron más del 250 por ciento, hasta alcanzar el año pasado la cifra récord”. Entre 1991 y 1998 las exportaciones bonaerenses aumentaron el 134%, a una tasa promedio de crecimiento anual del 13% (Guadagni 1999)

Exportaciones en miles de dólares

AñoProductos primariosManufacturas agropecuariasManufacturas industrialesCombustibles
1993955,4211.691,8142.121,450429,869
19982.077,3722.804,0035.099,027446,796
19991.363,9002.576,9973.947,530683,784

Elaboración propia con datos de la Dirección Provincial de Estadística (2005)

En el año 1993 las exportaciones se distribuyeron en un 18% de productos primarios, el 32% manufacturas agropecuarias, el 43% manufacturas industriales y el 7% combustibles.

En el año 1998 las exportaciones bonaerenses implicaron el 41% del total del país. Para ese mismo año el principal destino de las ventas se produjo entre los socios del MERCOSUR (43%), la Unión Europea (12%) y el Nafta (9%)  (Cuadernos de Economía 2000).

En líneas generales, en temas económicos el periodo de Duhalde puede ser caracterizado por:

  • Reactivación de la actividad productiva luego de una década de crisis y de estancamiento;
  • Aumento del volumen de las exportaciones primarias e industriales;
  • El crecimiento de la inversión en programas productivos y la implementación de importantes obras públicas.

B- Políticas económicas y productivas de la Gobernación de Eduardo Duhalde

Uno de los temas fundamentales de la etapa, fue la centralidad del Estado en la promoción del desarrollo productivo. Jorge Bolívar destacó que entre los años 1991 y 1999 la inversión pública aumentó de 250 a 1.200 millones por año y que tal cuestión se realizó sin “sin elevar los impuestos ni  endeudar al Estado” (Bolívar 1999).

En la misma línea argumentativa, en la Apertura de Sesiones del año 1999 Duhalde puntualizó que el desarrollo fue financiado de manera sustentable y sin comprometer presupuestariamente a la Provincia y la “deuda pública, que en 1991 representaba el 4,1 por ciento del Producto Bruto Interno, descendió en este año al 1,2 por ciento”.

El Gobernador remarcó que aumentó la inversión se produjo cuando en paralelo “Disminuimos la presión tributaria a las pequeñas y medianas empresas agropecuarias e industriales, cumpliendo al pie de la letra con los Pactos Fiscales que suscribimos en el ámbito nacional”. Como resultado de estas políticas “han surgido sesenta mil nuevos empresarios, representantes de una renovada cultura del trabajo, que genera empleos a través de la actividad privada” (Duhalde 1999 b).

I- Acuerdos fiscales con el Gobierno Nacional

El Gobernador tuvo que afrontar el desafío de retrotraer una economía en crisis luego de una década de recesión, de alta inflación y de aumento de la pobreza.  A diferencia de su antecesor Antonio Cafiero que gestionó en épocas de hiperinflación, Duhalde gobernó en el marco de la convertibilidad caracterizada por la estabilidad de precios.

Además y cuestión importante, el Gobernador obtuvo con un acuerdo con Carlos Menem el Fondo de Reparación Histórica de la Provincia de Buenos Aires, que le permitió financiar diversas obras públicas y programas sociales (Recalde 2020-b). En el discurso de asunción de 1991 Duhalde había justificado el reclamo de la Reparación en que “Como consecuencia de sucesivas modificaciones en la ley de coparticipación, hemos sido despojados -desde 1970 a la fecha- de diez puntos en esa distribución de fondos. Dejamos de percibir anualmente mil millones de dólares, si tomamos como referencia lo que perciben otras provincias como Córdoba y Santa Fe (…) Ninguna causa o razón justifica que en materia de seguridad, justicia, salud, cultura, educación ciencia y técnica y acción social un porteño valga 603 dólares y un bonaerense tan solo 72. Por ese motivo, quiero pedir a nuestros setenta diputados y dos senadores nacionales que tomen este tema y lo desplieguen como bandera de lucha, con el objetivo de reparar definitivamente estas injusticias” (Duhalde 1999 b).

En el año 1992 las provincias firmaron un Pacto con el Estado Nacional. La finalidad fue que el gobierno federal pueda “retener un 15 % (quince por ciento), con más una suma fija de $ 43.800.000 mensual, de la masa de impuestos coparticipables”.  El Pacto fue ratificado por la ley nacional 24.130 y se justificó en la necesidad de garantizar el sostenimiento del Sistema de Jubilaciones y Pensiones y de obligar a las provincias a ajustar sus gastos y acompañar la reforma del Estado[2]. Como parte de la descentralización de funciones  incluidas en el Pacto, el Gobierno Nacional transfirió  con carácter automático a las provincias el Fondo Nacional de la Vivienda, el Consejo Federal de Agua Potable y Saneamiento, el Fondo de Desarrollo Eléctrico del Interior y el Fondo Vial Federal.

Tal cual adelantamos, si bien el Fondo de Reparación Histórica contribuyó a la solvencia financiera de la provincia, el Pacto y sus modificatorias generaron reducciones presupuestarias. Según cálculos oficiales bonaerenses la “aplicación efectiva de los Pactos representa para la provincia, según estimaciones propias, un costo fiscal anual de $1.300 millones, donde el 55% de la misma corresponde a los ingresos resignados por Ingresos Brutos” (Cuadernos de Economía 2000).

Tal cual estudiamos en otro artículo, la Nación transfirió a la Provincia los servicios educativos y el gobierno bonaerense se vio obligado a destinar nuevas partidas para su financiamiento (Recalde 2021).

II- Reformas de las instituciones económicas y productivas

El Ministerio de la Producción y el Empleo

En el año 1995 Duhalde creó el Ministerio de la Producción y el Empleo sobre el antiguo Ministerio de Producción (ley 11.737/95). Entre los fundamentos de la reforma, se destacó la necesidad de “jerarquizar la política de empleo en la Provincia y sus acciones conducentes fortaleciendo ese tópico en el ministerio citado”.

Con la ley 12.355/99 se reorganizó el Ministerio y la Secretaría de Trabajo adquirió “rango ministerial, pero sin potestad de refrenda”, integrándose “a las áreas de asistencia directa del Sr. gobernador de la Provincia”.

En el año 1999 Duhalde hizo un balance de la tarea cumplida por el nuevo Ministerio y destacó que “La fecunda labor realizada se concretó en los trece corredores productivos; cuarenta y tres parques y sectores industriales planificados[3] y dos zonas francas, llamadas a ser grandes centros privilegiados para el comercio exterior” (Duhalde 1999 b).

Instituto para el Desarrollo Empresario Bonaerense

Con la ley 11.807/96 la provincia creó el Instituto para el Desarrollo Empresario Bonaerense (IDEB) y su objeto fue “prestar servicios y realizar acciones conducentes a la creación y fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas de la industria, el comercio, los servicios, el agro, la minería la pesca y los restantes sectores productivos y que desenvuelvan sus actividades principales en el territorio de la provincia de Buenos Aires”.

El IDEB impulsó la apertura de centros regionales en toda la provincia y para el año 1999 existía una Red de Centros IDEB en 35 distritos, con alrededor de 140 entidades empresarias vinculadas.  Participaban de la Red 23 Universidades y otras 9 Instituciones. En el IDEB se desarrollaron los programas de capacitación de comercio minorista, comercio exterior, gestión turística, gestión empresarial, proyectos asociativos, calidad e innovación tecnológica, entre otros  (Cuadernos de Economía 2000).

Instituto Provincial de Acción Cooperativa

En el mes de agosto del año 1992 Duhalde sancionó el Decreto 2238 creando el Instituto Provincial de Acción Cooperativa (IPAC). Entre sus fundamentos, se destacó que la ley provincial 5111/46 obligaba enseñar la doctrina y la metodología cooperativa en las escuelas; además, se destacó que la Provincia y el Instituto Nacional de Acción Cooperativa habían firmado un Convenio permitiendo que el nuevo ente sea el administrador del Fondo para Educación y Promoción Cooperativa aprobado en la Ley Nacional 23.427.

El IPAC asumió las tareas de la Dirección de Cooperativas del Instituto Provincial del Empleo (IPE) y de la división cooperativa de la Dirección Provincial de Personas Jurídicas del Ministerio de Gobierno y Justicia, entre otras dependencias vinculadas al tema.

Entre sus funciones estaban las de “Proponer las políticas”,  “Revalorizar el rol productivo y de prestación de servicios de las cooperativas y su contribución a la creación de nuevos puestos de trabajo”, “Asesorar a las personas e instituciones”,  “Alentar la alternativa cooperativa en el marco de la reforma del Estado, en sus privatizaciones y concesiones de servicios”, “Participar en la elaboración y desarrollo de políticas de educación cooperativa”, “Administrar el Fondo Provincial para Educación y Promoción Cooperativa”, “Coordinar las vinculaciones y las acciones en común con las mutuales, organismos económicos sindicales y con las asociaciones y fundaciones”, “Realizar estudios e investigaciones”, entre otras.

El gobierno del organismo estaba a cargo de un Presidente, de un Directorio y de un Consejo Asesor Cooperativo compuesto por miembros de instituciones oficiales y de “las organizaciones más representativas del movimiento cooperativo”.

El IPAC participó del Programa dependiente del Consejo Provincial de la Familiadenominado Manos Bonaerenses y cuyo fin  fue implementarformas asociativas de mujeres. Resultado de su implementación se crearon 85 cooperativas de entre 6 a 10 mujeres (Roggi 2001). 

El organismo fomentó la “creación de más de 2.000 nuevas cooperativas, particularmente de trabajo”, entre ellas cooperativas apícolas, textiles, de vivienda, de provisión de servicios, entre otras modalidades (Duhalde 1999).

En el año 1996 diagramó el “Programa Diagnóstico del potencial asociativo de los sectores productivos en los municipios”, que fue un importante antecedente de los Consorcios Productivos (Tauber 2007).

El IPAC implementó el programa “salvataje de empresas en crisis” y participó de la transformación y la reorganización de las empresas “Aurora (planta Avellaneda) hoy cooperativa CIAM y las actuales cooperativas del Frigorífico Yaguané (La Matanza), COTRAVE (Villa Elisa) y Las Flores Salud (cooperativa de enfermeras, administrativas y mucamas) que permitieron preservar y /o generar 1.200 puestos de trabajo asociativo” (Tauber 2007).

El Banco de la Provincia de Buenos Aires

Uno de los pilares de la política económica de Duhalde fue el Banco de la Provincia de Buenos Aires (BAPRO). El organismo tiene una importante historia y desarrolló una estratégica tarea financiera y social en sus más 300 filiales distribuidas en todo el territorio bonaerense.

En el año 1999 Duhalde enfatizó que “Nos negamos firmemente a privatizar el Banco de la Provincia de Buenos Aires[4]. Dimos una batalla dura contra los poderosos intereses que intentaron muchas veces presionarnos y doblegarnos” (Duhalde 1999). La propuesta de privatización había tenido agenda en el año 1991, siendo recomendada por su propio Directorio con la justificación de que el banco estaba endeudado[5] y que acarreaba un déficit operativo medio mensual que rondaba los 13 millones de dólares.

Duhalde asumió la Gobernación en diciembre de 1991 oponiéndose  frontalmente a cualquier tipo de privatización del Banco, designando como Presidente del  mismo al economista peronista Rodolfo Frigeri, quien se había desempeñado como Ministro de Economía en la primera parte de la gestión de Antonio Cafiero en la Gobernación de Buenos Aires.

 Por instrucciones del gobernador Duhalde,  Frigeri llevo  adelante  una renegociación que “causó una pronta recuperación, pasando de un déficit operativo mensual del orden de U$S 13.000.000, a una utilidad anual de $ 141.000.000 que continúa en alza” (Girbal 1998 T II).

Durante el periodo 1991-1998 el BAPRO ocupó el segundo lugar del ranking de capitalización del sistema, rondando entre el 10% y el 12% del total (Banco Provincia 1996) (Cuadernos de Economía 2000).

El Banco a fines de los años 80 había creado “Latinequip S.A” como empresa trading de comercio exterior, pero fue en la gestión de Duhalde, cuando el Banco comenzó a incursionar en diversos sectores complementarios a la actividad bancaria, mediante la creación de sociedades en las que el banco conservaba la mayoría absoluta del capital (Feliz 2022).

A los efectos de ordenar y sistematizar este esquema de crecimiento, a fines de 1997 se creó  “GRUPO BANCO PROVINCIA S.A” como sociedad holding, propiedad del Banco Provincia, y a la cual se transfirieron las acciones de las empresas que se habían ido creando en esos años.

Las empresas creadas en la Gobernación de Duhalde y la presidencia de Rodolfo Frigeri en el Banco Provincia son las siguientes:

  • Provincia Bursátil, Provincia Valores, Provincia Fondos y Mercado Regional de Capitales S.A (La Plata) con el fin de incursionar en el mercado bursátil y de capitales;
  • Provincia Seguros, alcanzando en el año 1995 a 500.000 afiliados y estando entre las diez aseguradoras más importantes del país;
  • ORIGENES (AFJP), surgida en sociedad con el Banco Santander (España) y con Metropolitan Life (EUA);
  • Provincia A.R.T, Aseguradora de Riesgo del Trabajo;
  • PROVINCIA LEASING SA, que mediante operaciones con casi todos los municipios de la Provincia de Buenos Aires, posibilita el acceso de los mismos a equipos, maquinarias, vehículos pesados, ambulancias, etc. Esta empresa también realizo importantes operaciones con la Dirección Provincial de Vialidad y Municipios de varias provincias argentinas.
  • BAPRO MANDATOS Y NEGOCIOS: Empresa fiduciaria, por donde se han canalizado los más importantes fideicomisos públicos de infraestructura de la Provincia de Buenos Aires y de otras provincias, como así también grandes fideicomisos privados de construcción y otras actividades.
  • BAPRO PAGOS S.A (hoy Provincia Servicios) con el objeto de brindar servicios de pagos y luego ampliada a servicios de consultoría, informáticos, etc.
  • PROBANCA Servicios Financieros, en sociedad con varias Cajas bancarias españolas, que tenía como fin incursionar comercialmente en la Unión Europea, el Mercosur y el Sudeste Asiático.

La creación de las empresas y del Grupo Banco Provincia permitió optimizar la gestión, ampliar el radio de acción fuera de la Provincia de Buenos Aires (dado que el Banco tiene vedado operar fuera de la Provincia de Buenos Aires y la Capital Federal) y lograr una importantísima capitalización por el valor que fueron adquiriendo las empresas.

Cabe señalar, que la creación del Grupo Banco Provincia y sus empresas se hizo en un momento político y económico en que el Estado se retiraba de casi todos los sectores de la economía  y los servicios, por lo que se tomó como un modelo alternativo al implementado en los años 90.

El éxito de este modelo de gestión fue luego replicado por el Banco de la Nación Argentina mediante la creación de empresas con objetos similares a los del Grupo Banco Provincia (Felix 2022).

Durante el primer mandato de Duhalde, el BAPRO destinó el 72% de los créditos a las PyMES. La institución lanzó el “Programa Trienal de Fomento y Desarrollo de las PyMES” (Decreto 2.586/92). El banco financió[6] planes para adquirir maquinaria, renovar flota pesquera y líneas para los Productores Frutícolas, entre sus diversas iniciativas. Parte de su política se diagramó con el Instituto Provincial de Empleo y con el Consejo de la Mujer (Girbal 1998) (Banco Provincia 1996).

El Banco apoyó a 14.000 microemprendimientos y el “Programa de Generación de Mano de obra intensiva” entregó 85.820 préstamos para hacer pavimento en municipios (Duhalde 1999).

Entre 1992 y 1995 el ente financió el desarrollo agrario en una superficie superior al 1,5 millones de hectáreas[7]. Se destinaron préstamos para reactivar silos, para recomponer hacienda, la siembra y fertilización, para adquirir maquinaria y para el sector lechero, entre otras actividades. La provincia reconoció la emergencia agropecuaria por causa de la sequía, de las inundaciones y otros fenómenos climáticos (tornados y heladas) y “entre 1992 y 1995, ha cubierto casi el 95 % de las necesidades del sector” (Girbal 1998).

El BAPRO lanzó la tarjeta especial para el sector agrario PROCAMPO (Banco Provincia 1996).

Los Ministros de Asuntos Agrarios y de Economía y el Banco firmaron un acuerdo para el “Desarrollo del Sur Bonaerense – Partidos de Puán, Villarino y Patagones”. Para su gestión se conformó una Comisión Técnica de Evaluación con referentes de INTA, del Ministerio de Economía, del Ministerio de Asuntos Agrarios, de los Municipios, de las Entidades comisionadas de los productores y uno del Banco (Decreto 384/97).

El Banco lanzó créditos hipotecarios para particulares, empresas y personal policial y penitenciario. Con el “Plan PROYECTAR” se desarrolló un sistema de crédito social aportando al “financiamiento de más de 25.000 viviendas (…) junto al gobierno bonaerense se lanzó el Programa Provincial de Vivienda, y el Banco es partícipe del Programa de Apoyo a la Construcción, que en 1996 ya había alcanzado a financiar 3.600 viviendas” (Banco Provincia 1996).

El Grupo lanzó al mercado la tarjeta para comercios PACTAR (Girbal 1998).

En el año 1998 el BAPRO creó una línea especial de créditos para ex combatientes de Malvinas con tasa subsidiada y a sola firma. En un año se otorgaron alrededor de 4000 beneficios por un monto total de 39 millones de pesos (Duhalde 1999).

III- Políticas agropecuarias. Pesca y minería.

Con la ley 11.737/95 el Gobernador creó el Ministerio de Asuntos Agrarios que desde 1999 pasó a ser de Agricultura, Ganadería y Alimentación (ley 12.355/99).

En el año 1999 en el marco de la Asamblea Legislativa, Duhalde destacó que “en esta década, la superficie sembrada pasó de 7 a 9 millones de hectáreas e incrementamos en un 75 por ciento la producción de cereales y oleaginosas” (Duhalde 2009). Entre 1993 y 1999 la superficie cerealera aumentó de 4.913.472 hectáreas a 5.192.088; y el área de oleaginosas pasó de 2.896.828 a 4.406.072 de hectáreas (Dirección Provincial de Estadística 2005).

La provincia de Buenos Aires es la principal productora de granos del país y en el año 1999 generaba el 40% del trigo y el 70% del girasol de la Argentina. El maíz es el segundo cereal producido en importancia y le sigue el sorgo, que fue paulatinamente desplazado por la soja (Gudagni 1999). En el año 1998 los bonaerenses aportaron el 60% de la miel producida en la Argentina (Duhalde 1999).

El aumento de la producción agropecuaria se vinculó, entre otros temas, a lo siguiente:

  • Desarrollo de nuevos paquetes tecnológicos e introducción de la soja transgénica auspiciando la siembra directa y otras innovaciones que aumentaron los rindes;
  • La erradicación de la aftosa iniciada en 1989 y cumplida en 1995 que abrió nuevos mercados de exportación de carnes, como por ejemplo el de los EUA a partir de 1997 (Guadagni 1999);
  • Implementación de un sistema de canales, continuando la política de Antonio Cafiero tendiente a impedir las inundaciones y se recuperaron más de 4 millones de hectáreas;
  • El importante apoyo estatal en créditos, desarrollo de obra pública y otras políticas especiales para el sector;
  • La creciente demanda mundial de oleaginosas y cereales, destacándose el desarrollo del mercado consumidor de China; 

En paralelo a la expansión de la frontera sojera, se redujeron la producción lanar y los stocks vacunos[8] (terneras, vaquillonas, novillos y toros). Bajó la superficie utilizada para forrajes y pastizales naturales.

El Ministerio impulsó una política de forestación  con un Plan de Incentivos que incluyó apoyos al “Sur bonaerense”, el “Plan de arbolado urbano” en 25 municipios y el Plan Forestar, entre otros. Durante la etapa se elevó la inversión pública nacional y privada en este universo productivo (Duhalde 1999).

El Ministerio de Asuntos Agrarios implementó el programa “Miel Bonaerense” y promulgó la Legislación Sanitaria Apícola (Res 781/98).

En los años noventa se produjo el ingreso de grandes empresas inversoras que alquilan las tierras para su explotación en unidades que van de 10.000 a 300.000 hectáreas. El desarrollo científico, la inversión en tecnología y la reducción de los costos facilitaron esta nueva dinámica. En el año 1999 existían 130 pool de siembra y fondos de inversión que ocupaban entre el 20 y el 30% de la superficie sembrada total (Guadagni 1999). En este marco y a lo largo de varias décadas, las pequeñas explotaciones agropecuarias se redujeron considerablemente y en el año 2002 existían menos de la mitad de establecimientos que en 1969 (Balsa 2014: 171).

La nueva forma de producción agropecuaria dejó como saldo que el campo bonaerense fue paulatinamente deshabitado y muchas localidades perdieron importancia. Según datos del Censo de 1991, la población urbana de la provincia representaba el 94,5% del total, superando al promedio del país (87%) (Cuadernos de Economía 2000).

Desarrollo de la soja

A inicios de la gobernación de Duhalde la soja se pagaba alrededor de 200 dólares la tonelada, llegando a superar los 300 dólares en el año 1998. En 2007 la Provincia era la tercera productora de soja del país (8,9%), detrás de Santa Fe (59,9%) y de Córdoba (25,2%) (INTA 2009).

El aumento de la actividad sojera movilizó  una cadena de valor a lo largo y ancho de la Provincia con productores, acopiadores, industriales, laboratorios, transportadores, importadores y exportadores, corredores, entre otros actores involucrados. Por otro lado y como mencionamos, la producción de soja y la nueva dinámica productiva de los pool de siembra y de inversión financiera, le quitaron incentivo a la actividad vacuna y tambera y se fueron despoblando las zonas rurales.   

La exportación sojera fue facilitada por la importante Bolsa de Cereales en Bahía Blanca. La actividad fue acompañada por una política de mejoramiento y de modernización de los puertos y los caminos.

Pesca

La Provincia tiene una extensa costa atlántica y una estructura de puertos pesqueros en el río y el mar. Las principales capturas de especies se centran en peces (principalmente merluza, anchoa y pescadilla), moluscos (centralmente calamar)  y crustáceos.

En el año 1999 Buenos Aires realizaba el 45% de la pesca total nacional y lo hacía desde los puertos de Mar del Plata, Bahía Blanca, Ingeniero White, Quequén, Punta Lara, General Lavalle, Río Salado y Punta Atalaya (Guadagni 1999).

Tal cual comentamos, la actividad fue financiada por el BAPRO y se benefició con las políticas de modernización de puertos.

La Gobernación Duhalde implementó el Primer Censo Pesquero Bonaerense. La etapa registró un récord en la producción de ovas de pejerrey y se repoblaron las lagunas bonaerenses con 6,2 millones de alevines (Duhalde 1999).

Minería

La Provincia adhirió a la normativa nacional de inversiones mineras con la ley provincial 11.482/93. Entre los fundamentos de la ley sancionada se incluyó que “Teniendo en cuenta que nuestro Estado provincial es el primer productor minero nacional, tanto en volúmenes de explotación como en valor económico, no obstante que posee aún importantes recursos inexplorados y menos aún explotados de acuerdo a sus reales posibilidades, es que resulta impostergable para lograr un desarrollo armónico de la actividad minera, que como madre de industrias y con su efecto multiplicador, mejorará sustancialmente las economías regionales, generando nuevas fuentes de trabajo que eviten éxodos de habitantes de la provincia interior”.

Según datos de la Dirección Provincial de Minería, entre 1993 y 1999 se inscribieron 43 nuevas empresas. La principal producción minera provincial de la etapa se vinculó  a la producción de arcillas, de granito triturado, de calizas, arenas, cemento y toscas para suelo, entre otros minerales. La industria cementera de las sierras de la Ventana y de Tandilia, fue un sector sumamente dinámico (Guadagni 1999).

IV- Obras públicas

“A la hora de evaluar lo realizado, quedará, sin duda, en la memoria de nuestra gente la imagen de un gobierno que dio un impulso sin igual a la obra pública, al punto de alcanzar el récord histórico de 9.900 millones de pesos de inversión en ocho años. En materia de infraestructura productiva, orientamos nuestra acción hacia áreas fundamentales: comunicaciones, energía, vías terrestres, puertos, ferrocarriles y emprendimientos hidráulicos”. Eduardo Duhalde, 1999

En este apartado no nos vamos a mencionar la gran mayoría de las obras realizadas ejecutadas en el marco del Ente del Conurbano Bonaerense, ya que lo hicimos en un trabajo anterior (Recalde 2020 b).

Con la ley 11.423/93[9] se aprobó el “Plan de Reconstrucción del Interior Bonaerense” que dispuso de 530 millones de pesos (dólares) para infraestructura y equipamiento y otros 51 millones para los programas Familia Propietaria y Reconversión productiva.

En el año 1996 el Gobernador presentó a la legislatura el “Plan Quinquenal de Obras y Realizaciones” y según Duhalde era “el más vasto de la historia bonaerense y que transformará estructuralmente a la Provincia, está conformado en un setenta por ciento por obras públicas, con una inversión cercana a los 10.500 millones de pesos”. El Plan incluyó el “Plan Hidráulico”, el “Plan de Puertos”, el “Plan Vial”, el “Plan de Reconversión Productiva y Generación”, el “Plan de Recuperación de la Región Capital” y la “creación de dos grandes ejes de desarrollo regional en torno de las ciudades de Bahía Blanca y Mar del Plata” (Duhalde 1999 b).

En el año 1997 Duhalde anunció que el Plan Quinquenal sería reorganizado en un “Plan Trienal Bonaerense”, que realizaría siete mil emprendimientos con una inversión superior a los 22 mil millones de pesos (dólares) (Duhalde 1999 b).

Provincialización y modernización de los puertos

En el mes de junio del año 1991 se firmó un Convenio de Transferencia de los Puertos Nacionales a la provincia de Buenos Aires. El acuerdo fue ratificado por la ley provincial 11.206/92 y en 1999 Duhalde destacó que se habían recuperado los doce puertos[10]reclamados por la provincia desde 1905” (Duhalde 1999).

Este tema de la provincialización portuaria ya había formado parte de la gestión de Antonio Cafiero. Ambos mandatarios bonaerenses plantearían la recuperación y la entrega de concesiones privadas.

Cada uno de los puertos bonaerenses dispone de una especificidad, que varía en las diversas regiones productivas de la provincia. El de Bahía Blanca se caracteriza por el importante volumen de combustibles, gases y subproductos, cereales, aceites y subproductos y mercadería en general. El de La Plata moviliza principalmente productos siderúrgicos y combustibles. La característica central del Puerto de Quequén es la exportación de granos. El Puerto de Zarate es el principal medio de exportación de los automotores. El puerto de Dock Sud moviliza recursos energéticos (petróleo, gas, etc.), productos químicos, granos y contenedores” (Cuadernos de Economía 2000).

Durante la gestión de Duhalde se dragó y se modernizó la infraestructura del puerto de Quequén. Lo mismo se hizo con el puerto de Mar del Plata y según el gobernador eso los había “dotado de una alta competitividad que potencia la actividad comercial de la región” (Duhalde 1999).

Se relanzó el Puerto de La Plata como parte de una política de fortalecimiento de la Capital que vamos a comentar más adelante. Duhalde organizó la Zona Franca y en el 1998 mencionó que “ya se han radicado cuatrocientas setenta y cuatro empresas con una inversión de 400 millones de pesos, y un volumen de ventas que se calcula en el orden de 690 millones. Las doscientas diez hectáreas que abarca el predio quedarán cubiertas cuando se radiquen otras ochocientas noventa firmas, que ya han tramitado su instalación” (Duhalde b).

Fueron modernizados los seis puertos de gran profundidad de la ribera del río Paraná y se iniciaron obras de mejoramiento de los accesos a los parques industriales de Baradero, Campana, Ramallo y Zárate (Duhalde 1999) (Cuadernos de Economía 2000).

El  BAPRO financió el desarrollo del puerto privado Exolgan – Terminal Portuaria del Dock Sur (Banco Provincia 1996).

Inversión en la Capital de la Provincia

Eduardo Duhalde se propuso darle mayor jerarquía a la ciudad de La Plata, capital de la provincia. En el año 1996 al inaugurar el 124° período de Sesiones Ordinarias de la Legislatura manifestó que se proponía “convertir a La Plata en una capital de verdadera proyección internacional, que sea el orgullo de todos los bonaerenses….que tenemos -y en particular los ciudadanos platenses- la obligación y a la vez la oportunidad de dejar una huella indeleble, a través de grandes obras y realizaciones, que sea nuestro legado a las generaciones del siglo XXI” (Tauber 2007). Con este objetivo, impulsó un ambicioso programa de obras públicas que incluyó inversiones en el Teatro Argentino, el Estadio Único, la Catedral, el Puerto y el desarrollo de conectividad vial, entre otras importantes intervenciones.

En el mes de octubre de 1977 se incendió el Teatro Argentino. Tres años después se inició su reconstrucción que quedó demorada por casi dos décadas. En el año 1999 y gracias a una importante inversión por parte del Estado provincial, se inauguró parcialmente. En el histórico acto de apertura participaron el Gobernador y el entonces subsecretario de Cultura de la provincia de Buenos Aires, el artista popular Piero. 

En el año 1997 se inició un proceso de restauración de la Catedral de La Plata[11], que fue acompañado y financiado por la provincia. Se agregaron dos nuevas torres y se mejoraron cimientos e interiores, manteniendo el diseño que fuera ideado por el ingeniero Pedro Benoit. Se instalaron nuevas campanas que empezaron a funcionar en el año 1999. Para su construcción, se convocó a un concurso internacional y fue asignada la obra a la empresa Francesco De Poli, una de las firmas más importantes desarrolladoras de campanas del mundo. En su multitudinaria inauguración que fue realizada en el mes de noviembre de 1999, participaron alrededor de 150.000 personas (Catedral de La Plata).

Una de las obras más ambiciosas que encaró la Gobernación fue la construcción del Estadio Único. El proyecto original se remonta al año 1947 cuando el entonces gobernador Domingo Mercante, expropió el actual terreno para fundar el Complejo Deportivo La Plata. En el año 1972 y previendo la organización del mundial de fútbol de 1978, se lanzó un concurso de anteproyectos que no fue asignado. Duhalde retomó la iniciativa y en 1992 se realizó un nuevo concurso y el proyecto fue asignado al Estudio de Arquitectura Roberto Ferreira y Asociados. Con las leyes 11.188/91 y sus modificatorias 11.815 y 12.196/98 la Gobernación estableció los mecanismos para su construcción y su gestión. En 1998 se inició la obra civil que tuvo varias demoras y el Estadio fue inaugurado parcialmente en el año 2003, cuando Duhalde se desempeñaba como Presidente de La Nación y Felipe Solá lo hacía como Gobernador bonaerense.

Durante la gestión de Duhalde se habilitó una parte importante de la traza de la Autopista Buenos Aires La Plata, que une dos de las más importantes ciudades del país. La obra dispuso fondos privados y del Estado Nacional.

El Gobernador impulsó, sin éxito, la ampliación del Museo de Ciencias Naturales de la UNLP y un Proyecto de Puente para unir a las localidades de Punta Lara en La Plata y de Colonia, Uruguay[12].

Obras hidráulicas

El gobierno de la provincia continuó la política de Cafiero e implementó importantes obras hidráulicas como fue el caso del saneamiento integral del río Reconquista[13], las obras en Carhué y Guaminí y la regulación y saneamiento de la cuenca Matanza Riachuelo y arroyo Sarandí.

En el año 1998 Duhalde remarcó que se había logrado “la solución del histórico problema de las inundaciones en las Lagunas Encadenadas, donde ya hemos recuperado tres millones setecientas mil hectáreas para la producción agropecuaria. Y también al millón doscientas cincuenta mil hectáreas recuperadas en la Cuenca del Río Salado, lo que representa el veinticinco por ciento de los campos que estaban bajo las aguas hasta hace poco tiempo” (Duhalde 1999 b).

En el año 1996 se contrató una consultora para formular el Plan Maestro de la Cuenca del Salado, que diagramó uno de los proyectos más importantes de la historia provincial en el tema de regulación hídrica. En 1999 Duhalde puntualizó que “recuperamos cuatro millones y medio de hectáreas para la producción. Sin embargo, la solución definitiva al problema de las inundaciones en la Provincia será la ejecución del Plan Maestro” (Duhalde 1999 b).

Obras viales

La provincia de Buenos Aires está atravesada por más de 41.000 kilómetros de rutas. En la época del gobernador Duhalde, 21 de ellas eran Rutas Nacionales (4.690 kilómetros pavimentados) y 87 provinciales conformando alrededor del 90% red vial (36.500 Km de los cuales 10.830 km estaban pavimentados, 14.142 mejorados y 11.582 eran de tierra). A las rutas se les suman una importante red de caminos locales y de autopistas.

El Plan Quinquenal de Obras y Realizaciones incluyó un “Plan Vial”, que se dividió en cinco componentes que eran Rutas de Circunvalación y Rutas Radiales en la zona del Gran Buenos Aires; Corredor Bioceánico; Corredor Atlántico; reconstrucción y señalización de obras distritales; y la Red de Caminos Naturales del interior de la Provincia (Duhalde 1999 b).

En 1992 se inició la obra para convertir la Ruta 2 en una Autovía. El proyecto fue culminado en el año 1999 y para su desarrollo la empresa COVISUR S.A. recibió créditos del BAPRO (Banco Provincia 1996).

Se repavimentaron las Rutas 205 y 210 y las empresas adjudicatarias recibieron un crédito del BAPRO de 130 millones (Banco Provincia 1996). Además, la provincia hizo históricas mejoras (pavimentos, cruces, puentes, luminarias, etc.) en las trazas de las rutas 13, 30, 46, 50, 51, 57, 60, 61, 63, 65, 70, 74, 78, 80, 85, 86, 88 y 210 (Duhalde 1999).

El Gobernador impulsó en el año 1999 una iniciativa para que la Ruta 6 se transforme en una autovía.  En la apertura de las Sesiones Legislativas, Duhalde sostuvo que tendría “cuatro manos y 170 kilómetros de extensión. Esta ruta, llamada del “Trabajo y la Producción”, ya está licitada en sus primeras etapas y se estima su inicio para el mes de junio” (Duhalde 1999). Dicha obra  se inició recién a partir del 2003 culminando más de una década después.

Ferrocarriles

El gobierno nacional de Carlos Menem impulsó una política de transporte ferroviario que puede ser resumida:

  • Entrega de concesiones a empresas privadas del transporte de carga y de los servicios urbanos de pasajeros;
  • Cierre de los ramales de transporte interurbano (larga distancia). Esta decisión llevó a muchas provincias a asumir la gestión como fue el caso de Buenos Aires, Tucumán, Córdoba, Río Negro y Chaco (Martínez 2016).
  • Liquidación de la empresa estatal Ferrocarriles Argentinos y del patrimonio ferroviario vinculado (talleres, terrenos, material rodante, etc.). Con este fin se creó el Ente Nacional de Administración de Bienes Ferroviarios (ENABIEF).

Para asumir la gestión del transporte interurbano, la Gobernación de Duhalde creó la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial, que empezó a administrar buena parte de los 4700 kilómetros de red de vías.  Según datos oficiales de la Provincia, desde 1993 a 1999 se aumentó un 200% la dotación de coches pulman y en un 50% el parque de locomotoras.

Se renovaron las vías del tren que va de Constitución a Mar del Plata y  se construyó un ramal hasta la localidad de Pinamar (Martínez 2016). Durante la etapa los trenes provincializados movieron a 12 millones de pasajeros (Duhalde 1999).

Durante la etapa seis concesionarios se hicieron cargo de los ramales de carga: Ferroexpreso Pampeano SA (5.094 Km), Ferrosur Roca SA (3.342 Km), Ferrocarril Mesopotámico–General Urquiza SA (2.739 Km),  Nuevo Central Argentino (4.512 KM), Buenos Aires al Pacífico–San Martín SA (5.254 Km)  y General Belgrano SA (7.351,6 KM) (Cuadernos de Economía 2000).

El BAPRO aportó financiamiento para la construcción del Tren de la Costa (Banco Provincia 1996).

Obras para el desarrollo social

Durante la etapa que va de 1991 a 1999 se construyeron trece hospitales en la provincia. Ocho de ellos fueron edificados en el Gran Buenos Aires y tuvieron una orientación materno-infantil. Los nuevos nosocomios fueron el “Domingo Mercante”, de José C. Paz; el “Arturo Oñativia”, de Almirante Brown; “Héroes de Malvinas”, de Merlo; “Carlos Boccalandro”, de Tres de Febrero; “Evita Pueblo”, de Berazategui; “Mariano y Luciano de La Vega”, de Moreno; “Cecilia Grierson”  de Presidente Perón. Se culminaron las obras y se inauguró “Mi Pueblo” en Florencio Varela. En el interior de la provincia se construyeron los hospitales de Monte Hermoso y de Olavarría, y se avanzó en las obras de los nosocomios de Vedia, Salto y San Cayetano (Duhalde 1999).

El gobierno bonaerense impulsó una importante inversión en el mejoramiento de la infraestructura carcelaria. En el año 1999 Duhalde desatacó que “En 1978 se había construido la última cárcel; ahora tenemos cinco nuevas cárceles ubicadas en Florencio Varela, Magdalena, Melchor Romero, Campana, y el complejo de General Alvear, y se han construido seis módulos carcelarios con una capacidad para 2.000 reclusos, anexados a distintas unidades penitenciarias; entre ellos, uno modelo para madres, único en Sudamérica” (Duhalde 1999).La Unidad 24 de Varela se inauguró en 1995, la Unidad 28 de Magdalena en 1997 y la Unidad 21 de Campana en 1998. El complejo de General Alvear (Unidad 30) fue inaugurado en el año 2000.

En ocho años se financiaron los gasoductos de General Paz, Carmen de Areco, General Belgrano, Monte Hermoso, Colón, Ramallo, San Nicolás, Puán y Pergamino. En el centro-oeste de la Provincia se tendió la red de gas hasta Chacabuco, Trenque Lauquen, Pellegrini, General Lamadrid, Lincoln, Guaminí y Coronel Suárez. Se desarrolló el Gasoducto del Sur (cruzando Villarino y Patagones) y se iniciaron los “Gasoductos del Noroeste”, de San Cayetano, de Magdalena-Punta Indio y el “Gasoducto de la Costa” (Duhalde 1999 b y 1999).

El Instituto Provincial de la Vivienda entre 1992 y 1997 construyó 83.573 viviendas y en 1999 había otras 24.587 en ejecución con participación de entidades sin fines de lucro y municipalidades (Duhalde 1999).

Se financiaron las obras lumínicas en el marco de los Planes Luces Bonaerenses, de Iluminación del Conurbano y de Iluminación de cruces en convenio con Vialidad. Se implementó el “Plan de Energización de Escuelas Rurales” y el “Plan de energización de parajes y poblados dispersos”.

La inversión de Obras Sanitarias en los ochos años de gestión alcanzó los 190 millones de pesos (dólares) y benefició a 1,7 millones de bonaerenses. Se extendió la red de agua a 921.000 habitantes y más de 500.000 recibieron cloacas (Duhalde 1999).

Se construyeron 835 edificios escolares y se ampliaron y remodelaron otros 5417. Se edificaron 1824 aulas para el octavo año (Duhalde 1999 b) (Recalde 2021).

V- Regionalización[14] productiva

El “Plan Trienal Bonaerense 1997-99” tenía entre sus grandes ejes laReforma Educativa, el Fomento de la Producción y el Empleo, la Infraestructura Social Básica, la Salud, la Justicia y Seguridad y la Acción Social (Tauber 2007).

La iniciativa regionalizó y ubicó a los  municipios en siete grandes espacios:

“Región I Norte”: Baradero, Campana, Escobar, General Rodríguez, General San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz, Malvinas Argentinas, Marcos Paz, Merlo, Moreno, Morón, Pilar, Ramallo, San Fernando, San Isidro, San Miguel, San Nicolás, San Pedro, Tigre, Tres de Febrero, Vicente López, Zárate;

“Región II Conurbano Sur”: Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Presidente Perón, Quilmes, San Vicente;

“Región III Noroeste”: Alberti, Arrecifes, Bragado, Capitán Sarmiento, Carlos Casares, Carlos Tejedor, Carmen de Areco, Chacabuco, Chivilcoy, Colón, Exaltación de la Cruz, Florentino Ameghino, General Arenales, General Las Heras, General Pinto, General Viamonte, General Villegas, Junín, Leandro N. Alem, Lincoln, Lobos, Luján, Mercedes, Navarro, Nueve de Julio, Pehuajó, Pellegrini, Pergamino, Rivadavia, Rojas, Salto, San Andrés de Giles, San Antonio de Areco, Suipacha, Trenque Lauquen, Tres Lomas, Veinticinco de Mayo;

“Región IV Cuenca del Salado”: Ayacucho, Berisso, Brandsen, Cañuelas, Castelli, Chascomús, Dolores, Ensenada, General Alvear, General Belgrano, General Guido, General Lavalle, General Madariaga, General Paz, La Plata, Las Flores, Magdalena, Maipú, Monte, Pila, Punta Indio, Rauch, Roque Pérez, Saladillo, Tapalqué, Tordillo;

“Región V Centro”: Adolfo Gonzales Chaves, Azul, Benito Juárez, Bolívar, Daireaux, General Lamadrid, Hipólito Yrigoyen, Laprida, Olavarría, Tandil;

“Región VI Costa Atlántica”: Balcarce, Mar Chiquita, General Alvarado, General Pueyrredón, La Costa, Lobería, Necochea, Pinamar, San Cayetano, Villa Gesell;

“Región VII Sudoeste”: Adolfo Alsina, Bahía Blanca, Coronel Dorrego, Coronel Pringles, Coronel Rosales, Coronel Suárez, Guaminí, Monte Hermoso, Patagones, Puán, Saavedra, Salliqueló, Villarino, Tornquist, Tres Arroyos (Cuadernos de Economía 2000).

Corredores Productivos

Durante los años noventa se organizaron Consorcios de gestión y desarrollo integrados por municipalidades.  Entre sus potestades, estaban las de implementar programas de fomento del empleo y de la producción en convenio con el Estado provincial y nacional. 

Habitualmente, se los denominó como “Corredores Productivos” y al año 1999 existían los siguientes 13: Consorcio de Desarrollo del Nordeste Bonaerense (CODENOBA: Alberti, Bragado, Carlos Casares, Chivilcoy, Gral. Viamonte, Nueve de Julio, Pehuajó e Hipólito Irigoyen); Corredor Productivo Buenos Aires (COPROBA: Carlos Tejedor, Florentino Ameghino, Gral. Villegas, Rivadavia y Trenque Lauquen); Corredor Intermunicipal de Desarrollo Regional (CIDERE: Benito Juárez, González Cháves, San Cayetano y Tres Arroyos); Corredor Productivo de Desarrollo Regional (COPRODER: Ayacucho, Balcarce, Dolores, Gral. Belgrano, Gral. Guido, Gral. Paz, Las Flores, Maipú, Mar Chiquita, Pila y Monte); Corredor Productivo del Noreste (COPRONE: Baradero, Bartolomé Mitre, Capitán Sarmiento, Carmen de Areco, Colón, Exaltación de la Cruz, Pergamino, Ramallo, Salto, San Nicolás, San Pedro y Zárate); Corredor Productivo del Atlántico (COPROA: Gral. Alvarado, Gral. Pueyrredón, Lobería y Necochea); Corredor Productivo del Noreste de la Provincia de Buenos Aires (COPRONOBA: Chacabuco, Gral. Arenales, Gral., Pinto, Junín y Lincoln, Rojas); Corredor Productivo del Salado (COPROSAL: Castelli, Chascomús, Gral. Lavalle, Gral. Madariaga, Magdalena, Punta Indio y Tordillo); TOAR (Tandil, Olavarría, Azul y Rauch); Corredor Productivo del Sudoeste de la Provincia de Buenos Aires (SOPBA: Adolfo Alsina, Carmen de Patagones, Coronel Dorrego, Coronel Pringles, Coronel Rosales, Cnel. Suárez, Daireaux, Gral. Lamadrid, Guaminí, Laprida, Pellegrini, Puán, Saavedra, Saliqueló, Tornquist, Tres Lomas y Villarino); Zona de Crecimiento Común (ZCC: Bolívar, Gral. Alvear, Lobos, Roque Pérez, Saladillo, Tapalqué, 25 de Mayo); Consorcio Intermunicipal  (Bahía Blanca y Cnel. Rosales); y Municipios al Mercosur (Cañuelas, Gral. Las Heras, Luján, Marcos Paz, Mercedes, Navarro y Suipacha).

Según un estudio del Instituto Provincial de Empleo del año 1998, los Consorcios reunían al 23% de los grupos industriales productivos de la provincia. Se destacaban las ramas alimenticias y metalmecánicas y le seguían la textil, edición e impresión y la fabricación en madera. Algunos consocios como el TOAR elaboraban minerales y metales. El 80% de las actividades de los Consorcios eran realizadas por microempresas (80%) (Corredores Productivos 1998).

Durante mucho tiempo los Corredores Productivos funcionaron sin una normativa clara. La ley 12.288/99 modificó el artículo 43 de la Ley Orgánica Municipal especificando las potestades de los consorcios. Varios años después, el gobernador Felipe Solá impulsó la ley 13.580/06 que detalló sus funciones, sus órganos de toma de decisiones y la dinámica de composición y de funcionamiento.

VI- Salarios y nivel de vida

Inicialmente, la estabilidad de precios permitió recuperar poder adquisitivo del salario aunque dicha recuperación no se dio de la misma manera en todas las actividades económicas.

Si bien hubo un mejoramiento considerable de la producción bonaerense, eso no permitió resolver todos los problemas del subempleo y de la precarización laboral heredados. Un análisis desagregado de los trabajadores activos del Gran Buenos Aires del año 1997, reflejó que  el 15,2% eran subocupados (trabajan menos de 35 horas semanales y desean trabajar más); el 39,5% eran ocupados plenos (trabajan entre 35 y 45 horas semanales y ocupados que trabajan menos de 35 horas y no desean trabajar más); y el 41,9% eran sobreocupados (trabajan más de 45 horas semanales). Las principales actividades laborales eran Industria (15,3%), Comercio (10,1%), Servicios (24,9%),  Construcción (3,9%) y el 18,4% restante trabaja en Otras ramas[15].

En el año 1991 la desocupación del Gran Buenos Aires era del  5,5%, habiéndose reducido en relación a octubre de 1989 que fue del 7%. Entre 1991 y 1998 se produjo un aumento de la desocupación, que si bien no fue constante, dejó como saldo que en éste último año “el 13,3% (709.624 personas) de la población que se encontraba en condiciones de trabajar y quiere hacerlo, buscó trabajo y no lo encontró” (Cuadernos de Economía 2000).

(*) El artículo es parte del Proyecto de Investigación de la UNLa “Las políticas públicas de las gobernaciones de Antonio Cafiero y de Eduardo Duhalde (1987 -1999)”.

Bibliografía citada

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Guadagni Alieto Aldo (1999) Para Gobernar Buenos Aires, Ediciones del CEB, Buenos Aires.

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Paginas citadas

Catedral de la Plata: https://www.catedraldelaplata.com/catedral/completamiento/

Estadio Único: https://www.estadiolp.gba.gob.ar/es/estadio/historia/

Fondo de Garantías: https://www.fogaba.com.ar/

Observatorio Metropolitano: https://observatorioamba.org/planes-y-proyectos/cuencas/cuenca-rio-reconquista


[1] El Decreto 2284/91 de “Desregulación del Comercio Interior de Bienes y Servicios y del Comercio Exterior” disolvió la Junta nacional de granos, la Junta nacional de carnes, el Instituto forestal nacional, el Mercado de concentración pesquera, el Instituto Nacional de la actividad hípica, la Corporación Argentina de productores de carne, el Mercado Nacional de hacienda de Liniers, la Comisión reguladora de la producción y comercio de la yerba mate, el Mercado consignatario nacional de yerba mate y la Dirección Nacional del azúcar.

[2] El Pacto incluyó, entre otros temas, impulsar en el Congreso de La Nación la Reforma del Régimen Nacional de Previsión Social, la Federalización de Hidrocarburos y privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, la Privatización de la Caja Nacional de Ahorro y Seguros, la Casa de la Moneda y Banco Nacional de Desarrollo, la reforma de la Administración Financiera y Control de Gestión, la Reforma de la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina y la Prorroga de las leyes 23.696 (de Reforma del Estado) y 23.697 (de Emergencia Económica).

[3] En el marco de la aplicación de la Ley de Promoción Industrial 10547/87 se presentaron y evaluaron más de 600 proyectos de inversión por 5100 millones de pesos. Se redactaron el Segundo y el Tercer Plan de Desarrollo. Con estas inversiones se crearon más de 35.000 puestos de trabajo (Duhalde 1999).

[4] En la apertura de Sesiones Legislativas de 1998 Duhalde puntualizó que “quiero anunciarles que enviaré a esta Legislatura un proyecto de ley que dé cumplimiento al compromiso que hemos asumido para convocar a la ciudadanía, en 1999, a fin de insertar en la Constitución una cláusula que impida la privatización del Banco de la Provincia” (Duhalde 1999 b).

[5] En la apertura de Sesiones Legislativas del año 1992, el Gobernador sostuvo que el BAPRO tenía una importante deuda que fue contraída para la construcción de la Central eléctrica Piedrabuena.

[6] En el año 1995 la Gobernación lanzó el Fondo de Garantías Buenos Aires (FOGABA) con el objetivo de facilitar el acceso al crédito de los pequeños empresarios bonaerenses.

[7] El Gobernador Duhalde modificó la composición del Directorio del Banco que estaba integrado por nueve miembros, para diagramarlo con cinco directores. Se le dio gran centralidad a los representantes de la producción agropecuaria de la Sociedad Rural Argentina (SRA), la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) y la Federación Agraria Argentina (FAA). Los otros dos miembros provenían de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA) y de Confederación General Económica de la Provincia de Buenos Aires (CEPBA) (Girbal 1998)

[8] Al inicio del año 1993 había 19.139.552 bovinos entre terneras, vaquillonas, vacas, novillos y toros. En 1999 esa cifra descendió a 18.295.191. En 2001 era de 17.794.496. Solamente aumentó el número de vacas. En el año 1998 se puso en funcionamiento el “Programa de Fomento Ganadero” creado por ley 11.899/96 y se implementó en 42 municipios (Duhalde 1999) (Dirección Provincial de Estadística 2005).

[9] Modificó el destino de los fondos de la ley 11.376/93 que decidió “acometer un endeudamiento de hasta U$S 600 millones”.

[10] Entre los fundamentos de la ley 11.206/92 se mencionó que el Convenio de Transferencia de Puertos Nación incluyó a los “Puertos de La Plata, Mar del Plata, San Nicolás, San Pedro, Zárate, Campana, Tigre, Ramallo, San Isidro, Baradero, Olivos y Carmen de Patagones, conforme el marco que brinda la Ley 23.696, los Decretos Nacionales números 1105/89, 2074/90 y 906/91 y el Decreto Provincial 4025/90”.

[11] En el mismo periodo de realizaron obras en las dependencias religiosas de la Catedral de Mercedes (restauración) y en las Iglesias San Ponciano de La Plata y en la Nuestra Señora de Dolores (reparación) (Duhalde 1999).

[12] En el año 1999 Duhalde sostuvo que sería “Queda planteada para los próximos gobiernos provinciales y municipales la concreción de otras obras que completarán el ambicioso Plan de Rejerarquización de nuestra capital: el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo Interactivo de Ciencia y Tecnología, el Museo Histórico, la nueva sede para el Museo Provincial de Bellas Artes, y el Predio Ferial y Centro Internacional de Convenciones. Como así también la ampliación del Camino General Belgrano, y la proyectada Avenida 90, que unirá el Puerto con la Ruta 11 y la Ruta 2” (Duhalde 1999 b).

[13] El proyecto de saneamiento de la Cuenca del Río Reconquista que se implementó durante la Gobernación, se continuó en el tiempo por más de una década. El proyecto recibió más de 280 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo. La Cuenca atraviesa los municipios densamente poblados San Miguel, Hurlingham, Ituzaingó, San Isidro, Moreno, General Rodríguez, Morón, General San Martin, Merlo, Tres de Febrero, General las Heras, Tigre, Marcos Paz, Malvinas Argentinas, José C. Paz, Luján, Vicente López, San Fernando (Observatorio Metropolitano).

[14] Tauber (2007) identificó la existencia de diversos proyectos de regionalización provincial. Entre ellos, se refirió a las “Regiones Geográficas” (según Criterios Geológicos y Topográficos, Criterios Biogeográficos, Criterios Hidrográficos, regionalización Bioclimática y Criterios Climáticos); “Regiones Sociales” (SEPLADE  1979 y Macroeconómica y Social del BAPRO 1996); Regiones Político- Administrativas (Plan Trienal 1989 – 1991 y Plan Trienal 1997 – 1999); y Regiones Económico Productivas (Desarrollo Regional con Base Exportadora: Consorcios Productivos).

[15] Un 26,8% corresponde a “no asalariados” para quienes no se especifica el sector en el que trabajan (Cuadernos de Economía 2000).

Aritz Recalde

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